El Instituto de Estudios Económicos plantea una reforma fiscal para favorecer a las empresas y el clima de negocios
El centro de análisis vinculado a la patronal modera las previsiones de mejora de España al 1,5% para el próximo año
“Las empresas prefieren más pagar sus impuestos en función de sus beneficios y no tanto de variables no estandarizadas como hacen los impuestos especiales sobre la energía o el sector financiero”, ha señalado Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), en la presentación del informe semestral de Coyuntura Económica del centro de estudios económico vinculado a la patronal CEOE. Desde este organismo, denuncian el problema que sufre España en cuanto a la gestión de las cuentas públicas, y por ello reclaman un rediseño del sistema fiscal que sea exigente a medi...
“Las empresas prefieren más pagar sus impuestos en función de sus beneficios y no tanto de variables no estandarizadas como hacen los impuestos especiales sobre la energía o el sector financiero”, ha señalado Gregorio Izquierdo, director general del Instituto de Estudios Económicos (IEE), en la presentación del informe semestral de Coyuntura Económica del centro de estudios económico vinculado a la patronal CEOE. Desde este organismo, denuncian el problema que sufre España en cuanto a la gestión de las cuentas públicas, y por ello reclaman un rediseño del sistema fiscal que sea exigente a medio plazo. Defienden este planteamiento afirmando que ese reajuste atraerá la inversión extranjera a las empresas, mejorará la productividad y potenciará el mercado laboral.
Desde el IEE denuncian los altos costes a los que se enfrentan las pymes, ya que esto provoca una pérdida de competitividad y a largo plazo puede tener un impacto hacia la desaceleración económica. A pesar de ello, el organismo vaticina que en el 2024 el crecimiento económico de España podría moderarse, estimando una mejora del 1,5%, y prevé que en el próximo ejercicio sea de más a menos.
El documento señala una estimación del desequilibrio fiscal superior al -3,8% en el próximo año, mientras que el Plan Presupuestario 2023-2024 realizada por el Gobierno mantiene el déficit en un -3% para el siguiente ejercicio. Desde este centro de estudios apuntan que en España, las empresas contribuyen con un 32,3% a la recaudación, superando el promedio de la UE situado en el 25%. Este margen del 7% admiten desde la IEE que supone una desventaja para atraer la inversión extranjera.
Desde el IEE proponen bajar el impuesto de sociedades a través de incentivos fiscales para atraer la inversión. El think-tank de la CEOE marca como referentes a países como Italia o Alemania donde sí que que han tomado medidas económicas para atraer la mirada de otras empresas. Por otro lado, critican la gestión que se está haciendo de los fondos Next Generation por su “poca rapidez y falta de eficacia”, además de que el Gobierno “prioriza antes las ayudas a las entidades públicas antes que a las privadas”.
“Se debe incentivar iniciativas para potenciar a las empresas y a la inversión extranjera. Las medidas que está aprobando el Gobierno está haciendo que se eche más leña al fuego y esto no está contribuyendo a revertir la situación económica de las compañías”, ha remarcado el presidente del Instituto de Estudios Económicos, Íñigo Fernández de Mesa.
El informe desglosa que la pérdida de dinamismo de la demanda externa se ha visto compensada con un mayor avance del consumo de las familias en el segundo y tercer trimestre, que han visto mejorada su renta disponible por la menor presión de los precios, el mantenimiento del empleo y la mejora de las rentas salariales durante este periodo. Sin embargo, sobre este aspecto, Fernández de Mesa, ha recalcado que para el 2024 “el colchón” de ahorro que las familias acumularon durante la pandemia se está agotando, por lo que vaticinan que el consumo también se ralentice en 2024. Además, ha mencionado Izquierdo, priorizar el crecimiento económico con base en el consumo de los hogares no es recomendable. “A largo plazo, el crecimiento impulsado por la inversión privada es más rentable. Es ahí donde el Gobierno debería focalizar la estrategia”.
Cuestionados sobre cómo España debe afrontar una mejora en la productividad, los analistas han respondido que se necesita mejorar la inversión, ya que la rentabilidad de las empresas se encuentra en un nivel más bajo que antes de la pandemia. “Esta permite conciliar la creación de empleo, la rentabilidad de las empresas y en su caso, la reducción de la jornada que está planteado el Gobierno. Hay que tener en cuenta que el crecimiento de la renta per cápita española en los últimos 15 años se explica por la mejora en la productividad. El problema es que son factores que no funcionan a la inversa”, incide, Izquierdo y continua: “La mejora de la productividad empuja los salarios, pero una mejora en los salarios no produce que los trabajadores sean más eficientes”. Recalca que en los últimos años ésta ha tenido un crecimiento muy decepcionante. “Comparados con los socios comunitarios, seguimos muy debajo, lo que explica que la renta per cápita española no haya mejorado en las últimas décadas en el entorno de la UE”.
Las empresas españoles pagan más impuestos que el promedio de la UE
La IEE señala en el documento que las empresas españolas contribuyen con un 32,2% a la recaudación total, en comparación con el 25% promedio de la Unión Europea. Desde este organismo vinculado con la CEOE denuncian que esa diferencia representa una desventaja competitiva para el apetito de inversores.
“España debe acometer reformas estructurales que mejoren nuestra productividad de los factores y nuestra competitividad internacional en términos de transición energética, digitalización, demografía e innovación”, señala el informe.
Las datos que manejan desde este organismo es que las empresas al principio de año el mercado laboral experimentó una mejora, mercada por el sector del turismo y la construcción, pero esa mejora se truncó por la desaceleración del crecimiento de empleo.
Estancamiento de la economía mundial
Según ha señalado este lunes el IEE en una conferencia, la economía mundial ha experimentado una desaceleración con signos de estancamiento a finales de año. La nota positiva se sitúa en Estados Unidos, donde se prevé un crecimiento sólido; mientras que el farolillo rojo lo colocan en la eurozona y en China, donde el ritmo de mejora está siendo algo más pausado.
Esa moderación económica a la que se enfrenta el panorama global ha llevado a una disminución de los precios, concretamente los energéticos, y achacan los niveles de inflación a las políticos fiscales aprobadas por las instituciones.
Desde el IEE ven con cierto temor la evolución de la economía debido a los riesgos que puede traer las tensiones geopolíticas, una inflación persistente o el ajuste financiero que está llevando China.
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