Exxon Mobil redobla su apuesta por los combustibles fósiles comprando a la empresa más grande de ‘fracking’ en EE UU

La operación, de 60.000 millones de dólares, se convierte en la fusión corporativa más grande del año en el país

Maquinarias operan frente a una plataforma de perforación en un campo petrolero en Midland, Texas.NICK OXFORD (REUTERS)

La petrolera Exxon Mobil ha anunciado este miércoles la compra del gigante del fracking Pioneer por 60.000 millones de dólares. La operación es la más grande en lo que va del año en Estados Unidos y la más importante en el sector de combustibles fósiles en más de 20 años. La transacción consolida a Exxon, que el año pasado presentó ingresos récord, en el negocio de la extracción de gas natural en el oeste de Texas y Nuevo México, una zona donde Pioneer ...

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La petrolera Exxon Mobil ha anunciado este miércoles la compra del gigante del fracking Pioneer por 60.000 millones de dólares. La operación es la más grande en lo que va del año en Estados Unidos y la más importante en el sector de combustibles fósiles en más de 20 años. La transacción consolida a Exxon, que el año pasado presentó ingresos récord, en el negocio de la extracción de gas natural en el oeste de Texas y Nuevo México, una zona donde Pioneer tiene enormes reservas, muy por encima de sus competidores. La petrolera se había fijado esta zona del país entre sus objetivos de crecimiento.

“Los combustibles fósiles, mientras el mundo espera una transición y busca fuentes más económicas de energía renovable para emisiones más bajas, el petróleo y el gas continuarán teniendo un papel destacado a lo largo del tiempo”, ha señalado Darren Woods en una entrevista con la CNBC tras el anuncio de la operación. El ejecutivo ha afirmado que las empresas usarán sus capacidades para producir combustibles que tengan emisiones más bajas.

El acuerdo le permitirá a Exxon plantarse de lleno en la cuenca del Pérmico, una zona rica en crudo y gas natural. Este se extrae mediante fracking, un método que inyecta agua al subsuelo para romper la tierra y liberar el energético. Esta tecnología ha sido duramente criticada por los activistas ambientales por su impacto negativo. Cuando Joe Biden llegó a la Casa Blanca, a inicios de 2021, declaró una moratoria temporal para nuevos pozos donde se emplearía esta técnica. El Pérmico representó en 2022 el 18% de la producción de gas natural en el país.

Se espera que el acuerdo se cierre a mediados de 2024 tras el visto bueno de las cúpulas ejecutivas de ambas empresas. Los reguladores, no obstante, pueden abrir un proceso de revisión a la unión. Los accionistas de Pioneer aún deben aprobar la fusión. De hacerlo, recibirán 2.32 acciones de Exxon por cada título de su propiedad en el portafolio, con valor de 253 dólares por unidad. La operación fue posible gracias a los resultados que Exxon Mobil tuvo en 2022, con ingresos récord de 55.700 millones de dólares producto del encarecimiento de los combustibles provocados por la invasión de Rusia a Ucrania. Los márgenes obtenidos el año pasado superaron las ganancias de 2008, cuando los precios de referencia del crudo rozaron máximos.

Exxon había estado invirtiendo parte de estos recursos para expandirse. En julio, adquirieron a Denbury, un operador de ductos de petróleo y gas en Estados Unidos, en una operación de 4.900 millones de dólares. La fusión con Pioneer, sin embargo, es la transacción más relevante para Exxon desde su histórica unión con Mobil en 1998. Esta creó un gigante mundial conformado por las petroleras uno y dos del mercado estadounidense. Aquella fue la mayor fusión en la historia de Estados Unidos hasta que fue desbancada por la de America Online y Time Warner a inicios del año 2000.

Pioneer tiene pozos en más de 340.000 hectáreas de la cuenca del Pérmico, ubicada en la frontera entre Texas y Nuevo México. Estas, sumadas a las 230.000 de Exxon Mobil en la región, garantizan al nuevo gigante al menos 16.000 millones de barriles, una proyección de reservas suficientes para los próximos 15 o 20 años, de acuerdo a las cifras presentadas por las empresas.

Un comunicado conjunto afirma que la producción en la región mencionada se duplicará hasta alcanzar 1,3 millones de barriles de crudo diarios, una explotación que puede escalarse hasta los 2 millones en 2027. Los ejecutivos creen que ese año el 60% de la producción energética de la corporación saldrá de los pozos del Pérmico, en Texas, Guyana y Brasil.

Woods ha asegurado en la entrevista que la operación aumenta la seguridad energética de Estados Unidos y beneficia a los consumidores al proveer a la compañía grandes reservas de gas shale. La extracción de gas natural en el país han disminuido un 26% desde el inicio de 2023 por el aumento de los costes en la tecnología de extracción.

A pesar del tono optimista empleado por Woods, algunos analistas del sector consideran que la operación tiene algunos riesgos porque la demanda de petróleo puede disminuir antes de lo que espera Exxon Mobil. Fatih Birol, el director ejecutivo de la Agencia Internacional de Energía, basada en París, afirmó a mediados de septiembre que la demanda de los tres principales combustibles fósiles (crudo, carbón y gas natural) alcanzará su cenit en esta década. Sus dichos sugieren que la lucha contra el cambio climático pueden acelerar la baja del consumo de este tipo de contaminantes. “Estarán con nosotros por muchos años, pero a juzgar por nuestros números, puede que estemos presenciando el inicio del fin de la era de los combustibles fósiles”, dijo Birol durante la presentación del informe 2023 de la agencia, que será publicado este octubre.

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