Récord de rentas altas: los contribuyentes que ingresan más de 601.000 euros crecen un 10%
Los declarantes del IRPF alcanzaron en 2021 un récord de 22 millones de personas; más de la mitad declaró menos de 21.000 euros
Tras un puntual retroceso en 2020, el número de personas con las rentas más altas de España ha vuelto a crecer con fuerza hasta alcanzar un nuevo récord: un total de 12.178 contribuyentes declararon ingresos superiores a los 601.000 euros en 2021. Ese límite es el tramo más elevado de rendimiento que contempla la Agencia Tributaria en su Estadística de los declarantes del IRPF. La cifra de contribuyentes con más ingresos es la mayor ...
Tras un puntual retroceso en 2020, el número de personas con las rentas más altas de España ha vuelto a crecer con fuerza hasta alcanzar un nuevo récord: un total de 12.178 contribuyentes declararon ingresos superiores a los 601.000 euros en 2021. Ese límite es el tramo más elevado de rendimiento que contempla la Agencia Tributaria en su Estadística de los declarantes del IRPF. La cifra de contribuyentes con más ingresos es la mayor de la serie, que arranca justo antes de la Gran Recesión, y supone un aumento del 9,6% con respecto al ejercicio previo. También hay movimientos en el extremo más bajo de la tabla —el colectivo que gana menos de 12.000 euros se reduce en un 5,1%— y un nuevo récord en el número total de contribuyentes, que rebasa la barrera de los 22 millones. Más de la mitad de ellos declararon menos de 21.000 euros.
Hacienda da a conocer los datos de los declarantes del IRPF con dos años de desfase. Su última estadística se corresponde, por tanto, a la declaración de la renta presentada el año pasado sobre lo ganado en 2021, un ejercicio que aún arrastraba el impacto de la pandemia desde un punto de vista tanto económico como fiscal. Por ello, es complicado encontrar patrones claros que expliquen el crecimiento o el retroceso de determinadas variables con respecto a los ejercicios anteriores.
Lo indudable es que la estadística refleja la recuperación de la actividad que empezó a concretarse en varios ámbitos tras un annus horribilis de pandemia. También recoge la fortaleza de un mercado del trabajo apuntalado por las ayudas públicas y el apoyo de los ERTE en lo más duro de la crisis sanitaria. De hecho, la recaudación por IRPF aguantó y alcanzó un máximo en el ejercicio de la covid, pese a los confinamientos y las restricciones sanitarias. A la vez, los datos pueden verse alterados por distorsiones temporales que después desaparecieron o se suavizaron. Por ejemplo, los trabajadores en ERTE que en 2021 tuvieron que presentar la declaración de la renta aunque no llegaran al umbral que obliga a hacerlo, debido a que a ojos de la Agenda Tributaria tenían dos pagadores: el Estado y su empresa.
En el caso de los más ricos también pesa la evolución de los mercados bursátiles, debido a la composición de su renta. Los ingresos de los hogares con rentas medias y bajas suelen proceder en su mayoría del trabajo, mientras que los declarantes de los tramos más elevados ostentan mayores rentas del capital bajo forma de acciones, dividendos, intereses, etcétera... 2020 fue un año terrible para las Bolsas y supuso un descalabro en términos de beneficios empresariales. El Ibex 35, el principal índice español, vivió su peor ejercicio en una década, con pérdidas acumuladas superiores al 15%. Esta mala evolución fue en parte responsable en el primer retroceso desde 2013 en el número de contribuyentes con rentas altas, que bajó hasta los 11.113 individuos. Desde 2013 hasta la irrupción de la covid, los incrementos habían sido intensos e ininterrumpidos.
El año 2021 no fue el más brillante para el selectivo español —sobre todo si se compara con las subidas de doble dígito de las grandes plazas europeas—, pero se apuntó igualmente un repunte cercano al 8%. El número de contribuyentes que declararon más de 601.000 euros creció aún más, casi un 10%, un guarismo que está incluso por encima del 5,5% que avanzó la economía en el mismo periodo. Más aún ha crecido la cifra de contribuyentes que declara al fisco entre 150.000 y 600.000 euros un 19,3%, hasta las 123.314 personas.
La mayoría de los individuos que ocupan el tramo más alto de la estadística del IRPF residen en la Comunidad de Madrid (5.663) y Cataluña (2.664), pero no se puede saber cuánto de ellos son millonarios. La Agencia Tributaria agrupa a los declarantes en 10 segmentos, en función de su base imponible, y no desglosa por encima de los 601.000 euros. El grupo más numeroso es el comprendido entre los 12.000 y los 21.000 euros: son más de 4,5 millones de personas, el 20,5% del total. Un peso similar tiene el tramo entre los 30.000 y los 60.000 euros (4,4 millones de individuos). Las rentas de 601.000 euros para arriba suponen tan solo el 0,06% del total. En cambio, la suma de los tramos más bajos, hasta los 21.000 euros, representa el 58% de los declarantes.
La estadística también ofrece una mirada sobre las rentas medias por tipo de actividad económica. Todas aumentaron, y no solo con respecto al ejercicio anterior. Los rendimientos declarados de los asalariados se situaron, de media, en los 23.508 euros, por encima de los niveles precovid. Los trabajadores por cuenta propia en estimación directa, por su parte, declararon un récord de 16.752 euros. En cuanto a los autónomos que tributan por módulos, también se incrementó el importe de ingresos declarados, que se recuperó con creces en comparación el año previo, pasando de poco más de 5.000 a 10.715 euros.
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