Los más ricos aumentan su fortuna en 2.500 millones al día
Oxfam Intermón publica un informe con ocasión del inicio del Foro de Davos en el que denuncia un fuerte aumento de la desigualdad mundial
La pandemia antes y la espiral inflacionista después están ensanchando la brecha entre ricos y pobres, ya de por sí enorme. Una medida de ello es el crecimiento de la fortuna de los milmillonarios en los últimos dos años: ha avanzado a un ritmo de 2.700 millones de dólares al día a nivel global (unos 2.500 millones de euros al cambio actual). Dicho de otra forma, el 1% más acaudalado se hizo con el 63% de la nueva riqueza generada en todo el mundo ...
La pandemia antes y la espiral inflacionista después están ensanchando la brecha entre ricos y pobres, ya de por sí enorme. Una medida de ello es el crecimiento de la fortuna de los milmillonarios en los últimos dos años: ha avanzado a un ritmo de 2.700 millones de dólares al día a nivel global (unos 2.500 millones de euros al cambio actual). Dicho de otra forma, el 1% más acaudalado se hizo con el 63% de la nueva riqueza generada en todo el mundo (unos 42 billones de dólares) entre finales de 2019 y de 2021.
En cambio, al menos 1.700 millones de trabajadores han visto en el mismo periodo cómo la inflación crecía por encima de sus salarios y erosionaba su capacidad de compra, según destaca Oxfam Intermón en su último informe La ley del más rico.
España tampoco se escapa de esta dinámica. Desde 2020, la riqueza de los milmillonarios españoles ha aumentado en casi 3.000 millones de dólares.
“Por cada dólar de nueva riqueza global que recibe una persona del 90% más pobre de la humanidad, un milmillonario se embolsa 1,7 millones de dólares”, ejemplifica la ONG, que publica su informe con ocasión del arranque del Foro Económico Mundial en Davos. “Las élites se están reuniendo en un contexto en el que la riqueza y la pobreza extremas en el mundo se han incrementado simultáneamente por primera vez en 25 años”, añade Franc Cortada, director de Oxfam Intermón.
Si se aplicara un impuesto a la riqueza de hasta el 5% a los multimillonarios, se podrían recaudarse 1,7 billones de dólares adicionales al año.
La subida de precios registrada en los últimos meses ha sido la gota que ha colmado el vaso. Desencadenada por el despertar de la actividad tras la pandemia y recrudecida por la guerra en Ucrania, se ha convertido en una losa inaguantable para muchos hogares vulnerable. Según el Banco Mundial, la inflación podría contribuir al mayor incremento de la pobreza y desigualdad entre Estados desde la Segunda Guerra Mundial. “Países enteros se encuentran al borde de la bancarrota. Los más pobres destinan cuatro veces más recursos al servicio de la deuda (en manos de ricos acreedores) que a los servicios de salud pública”, recoge Oxfam en su informe.
La ONG denuncia que las mayores compañías son responsables de la abrupta subida de la inflación, ya que se están aprovechando del encarecimiento de las materias primas y de la incertidumbre actual para inflar precios y aumentar ganancias. En concreto, apunta a que 95 grandes empresas de energía y de alimentación han más que duplicado sus beneficios en 2022, destinando el 85% de sus ganancias extraordinarias a remunerar a sus accionistas. La otra cara de la moneda son los 1.700 millones de trabajadoras en países donde los precios suben más que los salarios —España incluida— y los más de 820 millones de personas en todo el mundo que pasan hambre.
España, de los países más desiguales
El informe desgrana cómo también en España el proceso para reducir la desigualdad —la brecha tocó su cota máxima en 2013— se ha estancado. En 2008, el 1% más rico representaba el 13,6% de la población; en 2019 había subido hasta el 16,9%. En 2021, detentaba el 23,1%, un resultado que indica que su patrimonio se recuperó mucho más rápidamente que la economía en su conjunto tras el embate del coronavirus. En cambio, la participación a la renta nacional del 50% más pobre bajó del 16,2% en 2008 al 14,2% en 2019. “De acuerdo con la última información oficial disponible, referida a 2020, año de la pandemia, España se encuentra entre los países más desiguales de Europa, ocupando el quinto puesto de los 26 para los que se dispone de información”, concluye el informe.
Aunque España haya logrado contener la inflación con respecto a sus vecinos europeos a través de varios paquetes de ayuda, la subida de precios ha igualmente alcanzado cotas inéditas y golpeado con más fuerza a las rentas más bajas. Entre enero y noviembre de 2022, se ha situado en el entorno del 8% y ha reducido en un 26% más el poder de compra de las familias más humildes con respecto a las más acomodadas. Los salarios, lejos de crecer, caen a niveles parecidos a los registrados durante los peores años de la Gran Recesión y están en términos reales un 4% por debajo de entonces. Mientras tanto, los beneficios y márgenes empresariales, siguen intactos o aumentan, contribuyendo, según la organización, a agravar el repunte del coste de vida en casi un 90%.
“A finales de 2022 los márgenes de las empresas eran un 60% superiores a los observados a finales de 2019, mientras los salarios apenas habían crecido un 4%”, destaca el informe, que señala cómo en 2021 el beneficio de las grandes compañías del Ibex 35 ya había superado con creces los resultados prepandemia. “Una tendencia que se ha acelerado en el último año: tan solo en el tercer trimestre de 2022, los mayores grupos anunciaron resultados un 30% superiores a los del mismo periodo del año anterior”, añade.
Según la ONG, el 90% de la inflación registrada en 2022 se debe al aumento de las ganancias corporativas. “La evolución de la desigualdad en España es un fenómeno preocupante: mientras los salarios pierden peso y capacidad de poder adquisitivo, las grandes empresas aumentan beneficios y la riqueza en España sigue concentrándose en manos de unos pocos”, comenta Cortada.
Ante este escenario, la organización reclama al Gobierno un pacto de rentas —de momento, no ha sido posible alcanzar un consenso al respecto con los agentes sociales— y apunta a varias prioridades. Entre ellas, enumera medidas fiscales —un ulterior aumento de la fiscalidad para las rentas del capital, el refuerzo de la lucha contra la evasión y elusión fiscal o la ampliación de los impuestos a los beneficios extraordinarios de las empresas— y sociales —como extender la cobertura del ingreso mínimo vital y adoptar medidas dirigidas a los más vulnerables mientras dure la actual crisis—. “Es el momento de pasar de las medidas de urgencia y reactivas a otras de mayor calado y que impliquen a los diferentes actores sociales” concluye Cortada.
'Tax the rich'
Oxfam ha dado el pistoletazo de salida a la campaña de denuncia #taxtherich, para sensibilizar sobre la necesidad de que los más acaudalados paguen más impuestos. Con esta iniciativa, la organización pretende señalar todas aquellas prácticas dañinas para el camino hacia la igualdad y la cohesión social. Por ejemplo, que los más ricos y las mayores empresas se beneficien de la actual crisis para aumentar aún más sus patrimonios y beneficios, pero a la vez no suban los sueldos de sus empleados o empleen tinglados fiscales para rebajar su pago de impuestos.