La Autoridad Fiscal empeora su previsión de déficit público para 2022 hasta el 4,5% del PIB

Pese a que el panorama sigue alborotado, la economía española se ha dado la vuelta, alejándose de los peores pronósticos. En 2022 el PIB no ha pisado terreno negativo, como muchos analistas temían; la inflación se ha moderado —al menos, el índice general—; el empleo ha aguantado y los ingresos fiscales crecen al mayor ritmo de la historia. Tanto que la Autoridad Fiscal (Airef) ha mejorado hasta el 5,3% su previsión de crecimien...

Pese a que el panorama sigue alborotado, la economía española se ha dado la vuelta, alejándose de los peores pronósticos. En 2022 el PIB no ha pisado terreno negativo, como muchos analistas temían; la inflación se ha moderado —al menos, el índice general—; el empleo ha aguantado y los ingresos fiscales crecen al mayor ritmo de la historia. Tanto que la Autoridad Fiscal (Airef) ha mejorado hasta el 5,3% su previsión de crecimiento para el ejercicio que acaba de terminar, frente al 4,4% proyectado por el Ejecutivo. En 2023, la economía crecería un 1,6%, algo más del 1,5% que dibuja el Gobierno. El pronóstico de déficit del organismo también mejora al oficial en medio punto ―lo sitúa en el 4,5% del PIB en su última actualización, publicada este lunes—, aunque empeora en dos décimas la previsión anterior. A la vez, la institución modifica su cuadro sobre la inflación: la rebaja al 8,4% para 2022, pero la eleva al 4,2% de cara a este año.

De hecho, la institución encargada de velar por las cuentas públicas calculaba que el déficit de las Administraciones se situaría en el 4,3% del PIB en 2022 gracias al aumento del peso específico de los ingresos tributarios, que van de camino a marcar un récord absoluto por el repunte de los precios —superior al 8% en promedio el año pasado—, la subida de los salarios públicos y el aguante del empleo. Sin embargo, las nuevas medidas fiscales aprobadas para mitigar el impacto de la inflación, y un mayor gasto, sobre todo de las comunidades, han llevado a la Airef a ajustar el tiro. El organismo ha aumentado en una décima, hasta el 3,1% del PIB, su pronóstico de déficit para la Administración central —aun así, el guarismo es mejor en cuatro décimas al previsto por el Ejecutivo—, e incrementa en la misma cantidad el agujero de las cuentas autonómicas (1,1%).

Lo que no cambia es la previsión para las corporaciones locales: la Airef estima un superávit en torno al 0,2% del PIB, frente al 0,1% del Gobierno, debido a un aumento más intenso de los ingresos con respecto a los gastos. También se mantiene la previsión para los Fondos de la Seguridad Social. El organismo estima que sus números rojos cierren 2022 en el 0,5% del PIB, en línea con lo fijado en el Plan Presupuestario. El Ministerio de Hacienda difundirá en marzo la información definitiva.

Ingresos tributarios

Aunque en un nivel insuficiente para compensar el aumento de gasto, la Airef mejora su previsión de ingresos tributarios en términos de contabilidad nacional. A la espera de los datos del conjunto del año, estima un avance en 2022 del 13% respecto al ejercicio previo, una décima más que en la anterior proyección y pese a las numerosas rebajas impositivas implementadas para mitigar el golpe de la inflación, que hasta noviembre acumulaban más de 7.000 millones. En términos de caja, estima un salto del 14,8%. Todas las figuras aportarían al crecimiento.

El organismo calcula que el IRPF terminará brindado a Hacienda un 16% más en 2022 con respecto al año anterior, el impuesto sobre sociedades aportará un 22,4% más y el IVA un 14,4%, pese a la merma causada por las rebajas fiscales en los gravámenes energéticos. Los impuestos especiales avanzarán con menos vigor, en un 2,3%, sobre todo por el impacto de la reducción del tipo del impuesto especial de la electricidad. El aumento de la aportación de las cotizaciones sociales será del 4,6%.

Estos datos reflejan las últimas estadísticas de la Agencia Tributaria. Los ingresos por impuestos ya habían superado en noviembre —últimos datos disponibles— todo lo recaudado en 2021, alcanzando un récord histórico de 239.789 millones. Esta cifra está a tan solo unos 4.000 millones del objetivo marcado en los Presupuestos para todo el año, y contribuye a que el déficit hasta octubre, últimos datos disponibles, se redujera un 70% con respecto al año anterior.