La cesta que plantea la OCU: alimentos saludables y cantidades recomendadas por tipo de familia
La organización de usuarios propone un sistema de compra colectiva de productos esenciales a precios reducidos
Con la inflación de los alimentos disparada (una subida del 15,2% de mayo pasado a igual mes del año anterior, según la OCU), la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lanzaba a principios de septiembre una propuesta que ha creado controversia: diseñar una cesta de la compra con productos básicos y asequible...
Con la inflación de los alimentos disparada (una subida del 15,2% de mayo pasado a igual mes del año anterior, según la OCU), la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, lanzaba a principios de septiembre una propuesta que ha creado controversia: diseñar una cesta de la compra con productos básicos y asequibles. Carrefour lanzó días después una lista de productos con precios congelados entre los que se incluían como “frescos” únicamente el pan de molde y el pan de hamburguesa. La portavoz de la OCU, Ileana Izverniceanu, ha hecho un llamamiento a los distribuidores este martes, con ocasión de la presentación de su informe de los supermercados más económicos, para hacer una cesta de la compra con contención de precios en una serie de productos esenciales, con los que plantear una compra colectiva y ofrecérsela a los consumidores.
La organización argumenta que no puede dar, de momento, una lista concreta de los alimentos que contendría su cesta, para que los supermercados no sepan en qué productos se fijan para elaborar sus informes de precios. Pero sí da una lista de grupos de alimentos que compondrán su propuesta, y adelantan el consumo semanal aconsejable en función del tamaño de la unidad familiar. Los criterios son, según Enrique García, portavoz de la OCU, que los productos sean sanos y que sean alimentos habituales en la despensa de los consumidores: “Que tengan peso en su cesta anual”.
Para todos los grupos de alimentos, la organización hace recomendaciones de cantidades por tipo de familia. Para una familia de tres personas, la más frecuente en España según el INE, la OCU recomienda 9 kilos de fruta semanales, 11 de hortalizas, una docena de huevos y unos 2,5 kilos entre carne y pescado. A partir de los cuatro componentes, califica a la familia de “numerosa” y establece unos valores fijos. García insiste en que, tanto la cesta como el sistema de compras colectivas están aún en fase de preparación.
Alimentos sanos y habituales
La lista de grupos de alimentos, a la que ha tenido acceso EL PAÍS, se asimila a las recomendaciones elaboradas por la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), presentada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, la semana pasada. La selección se compone de productos básicos de la dieta mediterránea, y que suelen copar las cestas de la compra en España.
Muchos de ellos han sufrido una inflación disparada en lo que va de año: al aceite de oliva (+13,2%), los huevos (+22,4%), el pan (+15,2%) o las legumbres (+11,3%), se suman lácteos como el queso —fresco y curado— o la leche (+26%). También se incluye carne y pescado (+10%), aunque no se precisa de qué, ni si estos serán frescos o no. Resalta la presencia de frutos secos, uno de los productos que menos ha subido este año (+4,6%), y que también está recomendado por Consumo. La lista la completan hortalizas (+11,3%), frutas (+24%), tubérculos como la patata (+15,3%), arroz (+10,7%), pasta (+30,3%) y agua.
Compras colectivas
El sistema de compras colectivas, al que acuden con frecuencia las asociaciones para productos como la electricidad o la energía, consiste en agrupar a un grupo de consumidores para hacer fuerza y conseguir que los distribuidores les ofrezcan precios más asequibles. El objetivo, argumenta García, es agrupar a la demanda para hacer competir a la oferta: “De esta forma, se dinamiza la competencia”.
La propuesta de la asociación de consumidores, que aún está en fase de desarrollo, tiene varias partes: por un lado, se establece una lista de alimentos. Por el otro, se abre una fase preliminar de suscripción, para aquellos consumidores que estén interesados en acogerse. Establecidos los productos, y un número preliminar de personas interesadas, se hace una oferta a los supermercados, que deciden si se acogen a ella. Sin embargo, como señala García, este sistema está concebido para “productos homogéneos”, como la electricidad, y su aplicación a los alimentos es difícil.
Otra de las propuestas presentadas por la OCU es la suspensión de los impuestos sobre los alimentos y la energía. La portavoz de la organización ha instado este martes al Gobierno a acometer esta serie de medidas “eficaces y rápidas para insuflar un poco de aire a los hogares que ya están muy maltrechos”. Los supermercados ya pidieron en mayo la reducción del IVA de los alimentos para contener la inflación.