La recuperación desigual del ocio nocturno: las discotecas se reponen más rápido que los bares de copas
Las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona o Valencia, esperan rozar el negocio del verano de 2019, mientras que las zonas del interior prevén solo un 70% de los ingresos
En una cálida noche de un viernes de agosto, las calles de Madrid se quedan más silenciosas de lo normal. Pero dentro de Medias Puri, una de las discotecas más famosas en el corazón de la capital, la fiesta acaba de empezar. Las luces rojas y moradas atraviesan la gigantesca pista de baile, donde acróbatas y bailarines se mezclan con centenares de personas que tienen un único propósito: quemar la noche madrileña. El fin de las restricciones de la pandemia ha permitido que el ...
En una cálida noche de un viernes de agosto, las calles de Madrid se quedan más silenciosas de lo normal. Pero dentro de Medias Puri, una de las discotecas más famosas en el corazón de la capital, la fiesta acaba de empezar. Las luces rojas y moradas atraviesan la gigantesca pista de baile, donde acróbatas y bailarines se mezclan con centenares de personas que tienen un único propósito: quemar la noche madrileña. El fin de las restricciones de la pandemia ha permitido que el sector del ocio nocturno avance con velocidad de crucero. La patronal del sector, España de noche, prevé que los locales recuperen el 82% de lo que facturaban antes del estallido de la pandemia. “La noche siempre se ha enfrentado a cierto recelo por parte de la opinión pública debido al impacto vecinal y la amenaza a la seguridad vial. Pero tras superar la fase más aguda de la crisis sanitaria, el sector ha vivido un reconocimiento social que no había tenido en la vida”, afirma Vicente Pizcueta, portavoz de la asociación. Sin embargo, el sector se recupera de forma desigual: las discotecas van más rápido que los bares, y las grandes ciudades van por delante de las zonas del interior.
Las discos son los locales que han remontado más rápidamente, ya que esperan alcanzar un 94,6% del volumen de negocio del verano de 2019. Les siguen las salas de conciertos, que se prevén llegar al 77% y, por último, los bares de copas, que se quedarán en el 67% de lo conseguido hace tres años. ¿Esas diferencias reflejan unos cambios en los hábitos de consumo del público de la noche? “A diferencia de las pasadas generaciones, los jóvenes ahora salen menos, pero cuando lo hacen quieren darlo todo y están dispuestos a gastar más”, dice Pizcueta, quien añade: “Buscan una experiencia. Vivimos en una sociedad del espectáculo”,
Manuel Herrero, dueño de varios locales de ocio nocturno en Salamanca, indica dos razones que justifican la rápida recuperación de las discotecas: el mayor aforo y los horarios más amplios. “Con sus licencias, pueden organizar actividades más ambiciosas y cerrar acuerdos con artistas que atraigan más público. En cambio, para un bar no sería rentable. Si un espectáculo empieza a las doce, a las tres ya termina”, afirma. La Posada de San Boal, uno de los bares que gestiona, puede alojar hasta 150 personas y en sus horas de punta, entre las dos y las cuatro de la madrugada en el fin de semana, se llena a medias. En cambio, en las discotecas salmantinas la ocupación alcanza una media de un 80%. “Durante la pandemia el consumo se ha extendido mucho en los hogares. Al no poder salir, la gente se ha acostumbrado a beber en casa”, añade Herrero.
Antonio Extremera, propietario de cuatro establecimientos de Madrid, entre ellas La Cartuja y Samsara, coincide en que el hecho de permanecer abiertas hasta las primeras horas de la madrugada es la gran ventaja de las discotecas. “A algunos les parece bien acabar el plan a las dos o a las tres, pero a otros les apetece alargar más la noche. Puede que prefieran ir directamente a bailar y gastar allí”, asevera. De hecho, sus locales ya han recuperado las cifras de negocio prepandemia y algunos las han superado en hasta un 20%.
Recuperación más lenta en el interior
El estudio de España de Noche pone de manifiesto también las mayores dificultades a las que tienen que hacer frente las pequeñas y medianas empresas de la España vaciada y sobre las que la patronal pide poner el foco para retener a la población en las zonas del interior. Ramón Mas, presidente de la organización, destaca que el negocio de la noche tiene distintas velocidades: hay zonas con alta densidad demográfica que reciben turistas que disfrutan del ocio nocturno y otras menos pobladas que atraen visitantes que salen menos de noche. “Allí es donde todavía falta recorrido y habría que establecer estrategias de marketing y captación para explotar el potencial de estos territorios”, recalca.
Con los datos en la mano, se abre una brecha importante entre los locales de ocio ubicados en las grandes ciudades, como Madrid, Barcelona o Valencia, que esperan rozar el volumen de negocio del verano de 2019 con un 94,6% de la facturación, frente a los territorios menos poblados, en los que los ingresos apenas alcanzarán el 69,6% de lo conseguido hace dos años.
Chema Cruz, directivo de la asociación provincial de Hostelería y Turismo de Ciudad Real, apunta que un 20% de los lugares de ocio nocturno en la provincia están actualmente cerrados. Más allá de la escasez de turismo, el empresario achaca una recuperación tan lenta a la tradición del botellón, que para los locales “sigue siendo un cáncer”, y a los altos precios, que impulsan a los consumidores a cambiar algunos de sus hábitos. “Con los precios que hay, a muchos les cuesta pagar ocho euros por una copa. Prefieren beber en casa antes de salir y tomar algo más barato fuera”, sopesa. Con todo, Pablo José Victoria Rubio, encargado de la discoteca La Antigua en Ciudad Real, se considera afortunado. “Abro el fin de semana incluso en verano y el local no tarda mucho en llenarse. Pero todavía falta un 20% para volver a las cifras prepandemia”, admite.
El éxito de la venta anticipada online y el tardeo
Al despertarse de su letargo forzado, los establecimientos de ocio nocturno han visto aflorar nuevas tendencias de consumo. Primero, un bum del reservado, es decir, de un espacio privado y exclusivo donde se puede acceder con la compra de botellas, y de la venta anticipada online. Un nuevo hábito que anima al público a entrar más temprano en las discotecas para vivir antes una experiencia que ya ha pagado. “¿Si lo pueden disfrutar durante cinco horas porque se deben conformar con dos?”, se pregunta Mas, que considera esa nueva modalidad de consumo una ventaja, al tener un aforo ya asegurado.
Otro fenómeno que sigue creciendo es el tardeo, que ha adelantado las copas de las doce de la noche a las siete de la tarde. Según Pizcueta, más del 50% de los locales de ocio en España tiene previsto abrir ocasionalmente o permanentemente por las tardes para la próxima temporada. “La gente de 50 años o las parejas jóvenes dejan sus hijos con los suegros, se van a comer, se toman unas copas y a las diez de la noche recogen los chiquillos tras disfrutar de una tarde en la que han podido incluso bailar”, anota el portavoz de Noche Madrid.