La producción de coches en España cayó un 7,5% en 2021 debido a la crisis de suministros
La patronal de fabricantes de vehículos no prevé remontar las matriculaciones en 2022
La crisis de suministro sigue pasando factura al sector de la automoción, que todavía no se ha recuperado totalmente de la crisis provocada por la covid-19. La producción de vehículos en España cayó en 2021 un 7,5% con respecto al año anterior y un 25,6% frente a 2019, año prepandémico, según el informe anual de la asociación española de fabricantes de vehículos Anfac, presentado este miércoles. La ruptura de las cadenas de provisión, provocada por el ...
La crisis de suministro sigue pasando factura al sector de la automoción, que todavía no se ha recuperado totalmente de la crisis provocada por la covid-19. La producción de vehículos en España cayó en 2021 un 7,5% con respecto al año anterior y un 25,6% frente a 2019, año prepandémico, según el informe anual de la asociación española de fabricantes de vehículos Anfac, presentado este miércoles. La ruptura de las cadenas de provisión, provocada por el atasco del buque en el Canal de Suez y la escasez en la oferta de microchips, se tradujo en una ralentización del ritmo de producción, según ha destacado su director general, José López-Tafall. La facturación de los fabricantes y de las empresas de automóviles apenas creció un 1% respecto a 2020, tras alcanzar los 60.908 millones de euros, lejos de los niveles prepandemia (-13% respecto a 2019) y un incremento del 1% respecto a los 59.987 millones de euros facturados un año antes. Respecto a los resultados de 2021, los fabricantes de automóviles lograron un beneficio de 1.011 millones de euros en España, lo que supone multiplicar por más de cinco el resultado neto de 189,8 millones de euros alcanzado el ejercicio precedente.
Respecto a las previsiones para 2022, desde Anfac creen que las matriculaciones alcanzarán la cifra de 830.000 unidades, pero no se atreven a hacer una estimación sobre el volumen de producción, ya que dependerán de la disponibilidad de microchips. Con todo, el director general ha destacado la “demanda retenida”, que provocará un incremento en los próximos meses que puede compensar parte del parón de la actividad.
La menor producción, debido a la escasez de componentes y a la baja demanda de los mercados europeos, perjudicó las exportaciones nacionales, que el año pasado descendieron un 6,7% en comparación con 2020. Nueve de cada diez vehículos enviados de España se destinan al Viejo Continente: Alemania, Francia, Reino Unido e Italia representan en su conjunto el 60% del total de las exportaciones realizadas. Por su parte, los envíos al resto de continentes experimentaron un aumento considerable (un 55% en Oceanía, un 40% en África y un 20% en Asia), aunque esos mercados lejanos no alcanzan ni siquiera un 10% de las salidas de vehículos de España al extranjero.
Ante el desajuste entre la oferta y la demanda de vehículos provocado por los cuellos de botella en la logística, las matriculaciones aumentaron solo un 1% con respecto a 2020, lo que corresponde a casi 860.000 unidades vendidas. Una cifra que todavía se sitúa un 32% por debajo de la de 2019, por lo que el sector se quedó lejos de alcanzar buenos resultados. “Las previsiones apuntaban que 2021 sería un año de recuperación, pero la crisis de los microchips y la incertidumbre provocada por la pandemia han impedido una mejora de la situación”, ha agregado el director de la patronal. Para este 2022, Anfac cuenta con que las matriculaciones ronden las 800.000, “no más de 830.000″, apuntó el responsable de la patronal.
La desaceleración de la industria de la automoción se reflejó también en el volumen de empleo, que se redujo un 11% en 2021. La aplicación de los ERTE ha permitido suavizar el impacto en la pérdida de puestos de trabajo derivado de la menor actividad industrial y comercial. Para López-Tafall, estos datos de empleo “son reflejo de la resiliencia de un sector que aporta el 10% del PIB y del compromiso de la industria y de los centros de producción por continuar siendo un referente económico y de empleo en España”.
Apuesta por la electrificación
A pesar de esa mala coyuntura, la patronal de fabricantes de vehículos confía en que la enorme transformación en la que está inmerso el sector, con el propósito de acelerar la descarbonización y aprovechar de las oportunidades de la digitalización, le ayudará a levantar cabeza. Las cifras presentadas por la patronal revelan que la electrificación sigue avanzando. Las matriculaciones de vehículos alternativos aumentaron un 55% en 2021 y alcanzaron un 30% de la cuota de mercado total.
Sin embargo, la transición verde requiere otro empujón. Anfac señala la necesidad de aumentar el ritmo de penetración de vehículos electrificados para alcanzar antes de 2030 una reducción de emisiones del 23% con respecto a 1990, según los propósitos planteados por el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). La asociación insiste en que en 2021 no se cumplió con el objetivo marcado del mercado electrificado, por lo que este año será necesario duplicar el volumen del anterior hasta las 120.000 unidades matriculadas. “Es el momento de acelerar y establecer nuevas medidas contundentes en materia de infraestructuras de recarga, eficiencia de los planes de ayuda y de un marco fiscal favorable que impulsen el ritmo de la electrificación”, ha apuntado López-Tafall.
La patronal hace hincapié también en la renovación del parque, que en España alcanza los 13,5 años de antigüedad frente a la media europea de 11,5 años. “Los nuevos vehículos pueden reducir las emisiones hasta entre un 6% y un 7%, aunque el envejecimiento del parque a menudo perjudica este esfuerzo y no se traduce en una mejora significativa”, ha anotado el director de la asociación.
El Barómetro de la Electromovilidad elaborado por Anfac constata que la distancia entre España y el resto de los países del entorno en el desarrollo de esta materia continúa aumentando. A pesar de que a cierre de 2021 España creció en el indicador global 9 puntos, el resto de la media europea subió 22 puntos, lo que evidencia la necesidad de acelerar la electromovilidad en España.
Para ello, Anfac señala que el país debe diseñar su propio modelo de descarbonización y de movilidad que pueda dar respuestas a las necesidades de los ciudadanos y garantice el futuro industrial de la automoción española. “Hay que dar al usuario la libertad de elegir cómo moverse y con qué tecnología hacerlo”, ha concluido López-Tafall, que ha recalcado la necesidad de establecer nuevas medidas —más allá del PERTE del vehículo eléctrico y del Plan Moves III— y de aumentar la dotación presupuestaria para impulsar esa transformación.