Madrid es la comunidad más favorecida con la inversión estatal en la era Sánchez
Entre 2018 y 2021, la región recibió 5.547 millones, un 13% más de lo presupuestado, por el ‘efecto capitalidad’ y las inversiones de las grandes empresas públicas
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se rebeló ante las cuentas que el Gobierno llevó al Congreso en octubre. “Hemos pasado del lema de los independentistas, del ‘España nos roba’, a realmente robar a Madrid”, denunció en referencia a Cataluña, a priori una de las grandes ganadoras de los Presupuestos. Sin embargo, desde que Pedro Sánchez llegara al poder en 2018, Madrid ha sido la región donde...
Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, se rebeló ante las cuentas que el Gobierno llevó al Congreso en octubre. “Hemos pasado del lema de los independentistas, del ‘España nos roba’, a realmente robar a Madrid”, denunció en referencia a Cataluña, a priori una de las grandes ganadoras de los Presupuestos. Sin embargo, desde que Pedro Sánchez llegara al poder en 2018, Madrid ha sido la región donde se ha ejecutado más inversión pública, muy por delante de comunidades socialistas. Al menos, según las estadísticas del Ministerio de Hacienda recopiladas del informe sobre la Distribución territorial de la inversión del sector público estatal. De hecho, desde que Sánchez desembarcó en La Moncloa, el Gobierno solo ha ejecutado el 100% (o más) de sus inversiones en dos comunidades: Madrid y Murcia, ambas gobernadas por el PP. Según datos recopilados por EL PAÍS de los informes elaborados por la Intervención General de la Administración del Estado (IGAE) en los últimos cuatro años, ese grado de despliegue está muy encima de la media de España, del 72%, o de otras comunidades con una elevada población como Andalucía e incluso de las gobernadas por sus socios prioritarios de gobierno, como Cataluña o País Vasco.
Resulta paradójico que la comunidad gobernada por Díaz Ayuso sea la más beneficiada por el Ejecutivo socialista, según la contabilidad de Hacienda, porque en los últimos años no se recuerdan grandes obras en infraestructuras. Hay varias explicaciones a esta situación, la forma de registrar contablemente las inversiones en otros puntos del Estado que terminan imputadas a Madrid o las dinámicas de inversión de las grandes empresas públicas, como Renfe, Adif, o Aena, entre otras. El Gobierno, que llama a no hacer comparaciones entre comunidades, advierte de las inversiones extra que tuvo que llevar a cabo en 2021 por las radiales y Filomena y del efecto capitalidad de Madrid.
Los Presupuestos son la ley clave de la legislatura. Prueba de ello es que la imposibilidad de sacar adelante las cuentas de 2019 precipitó las elecciones. Y en el capítulo de las inversiones regionales está buena parte del meollo de la negociación con otras fuerzas políticas, en especial los nacionalistas. Con los Presupuestos llegan las promesas, pero con la publicación de su ejecución, la rendición de cuentas. Y las quejas. Durante los gobiernos de Mariano Rajoy, las comunidades para las que se previeron mayores dotaciones fueron Andalucía (16,2% del total), Madrid (11,8%) y Castilla y León (11,6%), mientras que bajo los ejecutivos de Sánchez fueron Andalucía (15,8%), Cataluña (14,9%) y Madrid (11%). En las últimas cuentas, la inversión en Madrid cayó un 7,9%, mientras que la destinada a Cataluña subió un 11,5%. Sánchez dependía del apoyo de ERC para sacar adelante el proyecto y Ayuso puso el grito en el cielo y decidió entonar el “España nos roba” a la par que el Govern se mantuvo en silencio.
Sin embargo, una cosa es lo presupuestado y otra cosa es el dinero contante y sonante que se acaba destinando a cada región. El lunes se dio a conocer la ejecución de 2021. Y las tornas cambiaron: Cataluña lo consideró, en palabras del consejero Jaume Giró, “humillante”, mientras que Madrid, claramente beneficiada, no dijo nada. El grado de ejecución del año pasado fue atípico, del 184% en Madrid y de solo el 36% en Cataluña. Por ello, EL PAÍS ha calculado cuál ha sido la ejecución en los últimos cuatro años. Los Presupuestos Generales del Estado de entre 2018 y 2022 habían asignado a la Comunidad de Madrid 4.901 millones de euros, pero la región gobernada por Díaz Ayuso ha acabado recibiendo 5.547 millones. Es decir, se acabó invirtiendo el 113% de lo comprometido. En cambio, en ese periodo en Cataluña la ejecución media fue del 53% entre 2018 y 2021, que recibió 3.266 millones.
El secretario de Territorio y Movilidad de la Generalitat, Isidre Gavín, afeó el martes ese dato a la ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, Raquel Sánchez. Esta respondió que “no se puede hacer un relato solo en base a las cifras” y defendió que, desde 2018, “el Gobierno ha invertido y ejecutado en Cataluña más que en cualquier otra comunidad autónoma”, informa Marc Rovira. Sánchez esgrimió que “nunca antes se ejecutaron en Cataluña tantas obras como ahora” y opinó que hay que “huir de comparativas entre comunidades autónomas”.
Radiales y Filomena
Fuentes del Gobierno matizaron los datos del año pasado. Para empezar, destacaron la anomalía de Madrid, donde se tuvieron que destinar 191,2 millones de euros al rescate de las autopistas radiales M-21, R-3 y R-5 y AP-41 y 21,8 millones para afrontar el temporal Filomena en enero de 2021. Eso ya supone un 20% de los 952 millones que recibió la comunidad y que no estaban presupuestados. Hay que tener en cuenta, además, todo el gasto que la región recibe por ser capital. Eso queda claro, por ejemplo, en el capítulo correspondiente a la inversión ministerial. Allí aparecen, entre otros, 157 millones que no constaban en las cuentas del Ministerio de Economía y que se anotan íntegramente a la Comunidad de Madrid; 110 millones de Justicia (frente a los 12,2 millones inicialmente previstos), y 43 millones de Defensa.
La ejecución presupuestaria es uno de los parámetros más analizados en Cataluña, que ha convertido la infrainversión en obra pública en una de sus reivindicaciones históricas, sosteniendo la necesidad de que en la comunidad se destinaran recursos equivalentes a su peso en el PIB nacional, el 19%. La cifra de inversiones en los últimos años ha ido creciendo, pero no así cuando se cerraba el ejercicio y con él afloraban las cifras de ejecución. La patronal Fomento del Trabajo señalaba el martes que, desde 2013, la media no supera el 60%. “Puedes tener un problema en una obra un año, pero no que tengas problemas con todas las obras y todos los años”, denuncia el presidente de los contratistas catalanes y vicepresidente de la patronal catalana, Joaquim Llansó.
Raquel Sánchez apunta que desde junio de 2018 su ministerio ha destinado a Cataluña 3.671 millones de euros, una cifra superior a otras comunidades como Castilla y León (2.450 millones), Galicia (1.399 millones) o Madrid (2.523 millones) La tesis de la ministra sobre el repunte de inversión en Cataluña la asume también Adif, responsable de la infraestructura ferroviaria. La empresa pública defiende que el pasado año destinó un total de 163,3 millones a Madrid, frente a los 191,5 millones de Cataluña. El problema para el Ministerio de Transportes, en todo caso, es que los proyectos en esta comunidad van con retraso, por lo que antes de poner en marcha las máquinas para ejecutar las obras hay que concluir proyectos y licitarlos, pasos previos en los que Cataluña iba retrasada. Ese trabajo estaría en vías de solución y a partir de ahora podrían aflorar las inversiones reales, que, pese a no estar aseguradas, se incluyeron en los Presupuestos.
Murcia, una de las comunidades que se han convertido en un ejemplo de inversión pública porque se gasta lo que se consigna presupuestariamente, ha logrado tener un grado de ejecución del 100% porque había varias obras maduras en ejercicios anteriores, lo que, según defiende una portavoz de Transportes, “ha permitido avanzar muy por encima de lo inicialmente previsto en tramos como los del Arco Noroeste o tramos de la A-33″, e incluso concluir antes de lo previsto algunos tramos de la autovía del Reguerón (MU-30).