La Unión Europea vuelve a entrar en recesión y pierde fuelle frente a Estados Unidos y China
La economía de la zona euro retrocede un 0,6% durante el primer trimestre por las caídas en Alemania, España e Italia
La Unión Europea volvió a aparcar el rebote económico y entró en recesión durante el primer trimestre del año. Las duras medidas de restricción impuestas para frenar la oleada de contagios de invierno han arrastrado a las economías de la zona euro a un retroceso del producto interior bruto (PIB) del 0,6% respecto al trimestre anterior, según el dato avanzado este viernes por la oficina estadística Eurostat. La caída, liderada por Alemania, fue del 0,4% para el conjunto de la UE. Con el ...
La Unión Europea volvió a aparcar el rebote económico y entró en recesión durante el primer trimestre del año. Las duras medidas de restricción impuestas para frenar la oleada de contagios de invierno han arrastrado a las economías de la zona euro a un retroceso del producto interior bruto (PIB) del 0,6% respecto al trimestre anterior, según el dato avanzado este viernes por la oficina estadística Eurostat. La caída, liderada por Alemania, fue del 0,4% para el conjunto de la UE. Con el plan de recuperación todavía por ejecutar, la UE pierde fuelle y encadena dos trimestres de caídas del PIB, frente a Estados Unidos y China, cuyo crecimiento se aceleró durante el arranque del año. El nuevo derrumbe, además, mete más presión a los países para dejar suspendidas las reglas fiscales en 2022.
La economía china apenas tardó unos meses en recuperar el PIB anterior a la pandemia. Estados Unidos casi lo hizo gracias a la progresiva apertura social y económica y a los estímulos fiscales, aunque los analistas prevén que la mayor explosión se está produciendo ahora. La Unión Europea, en cambio, volvió a quedarse atrás. Las duras restricciones en Alemania y la dureza climática en el sur del continente volvieron a llevar a los socios de la UE a los números rojos y a perder de nuevo terreno respecto a sus principales competidores mundiales.
Bruselas ya había augurado en sus previsiones económicas del pasado mes de febrero que Europa debería pasar por el purgatorio antes de emerger. La Comisión había apuntado a una contracción del 0,8% del PIB para la UE y del 0,7% en la zona euro, por lo que en realidad el comportamiento real de las economías de la UE ha acabado siendo mejor de lo previsto. A partir de ahora, según las previsiones, la economía debe ir remontando para expandirse con más fuerza a partir del verano, cuando la velocidad del proceso de vacunación debe de permitir una vuelta —aunque con límites— del sector turístico, clave en el sur de Europa.
El derrumbe de la economía en Alemania (-1,7%) explica en parte ese bache. La locomotora europea se vio castigada por las medidas de confinamiento, un duro invierno para la construcción y las disrupciones que se han producido en las cadenas de suministro. Pero también retrocedieron otras dos grandes economías: España (-0,5%) e Italia (-0,4%). Y junto a ellas, Portugal (-3,3%), Letonia (-2,6%) o la República Checa (-0,1%). La sorpresa llegó de Francia o Bélgica, que a pesar de las duras medidas aplicadas por sus gobiernos para contener los contagios lograron una expansión del PIB del 0,4% y el 0,6%, respectivamente, en el arranque del año.
Optimismo para el segundo semestre
Con estos datos, Bruselas aparca la recuperación hasta el segundo semestre del año. Para entonces, el proceso de vacunación debería permitir que los sectores más vinculados al ocio y la cultura vayan recobrando el pulso. “Otro ligero descenso para la economía europea en el primer trimestre. Pero la recuperación está en marcha y será fuerte en la segunda mitad del año, gracias también al fondo Next Generation EU”, afirmó el comisario de Economía, Paolo Gentiloni, a través de su cuenta de Twitter. Según el economista de ING para la zona euro, Bert Colijn, la actividad ha empezado a recuperarse. “Las pequeñas medidas de flexibilidad en las restricciones tuvieron efectos bastante fuertes en el consumo, lo cual significa que los consumidores parecen ansiosos por gastar cuando se produce una reapertura”, sostiene.
Las empresas europeas también creen que la recuperación está por llegar. Así lo señala al menos el indicador sobre el sentimiento económico (ESI, por sus siglas en inglés) publicado por la Comisión Europea para el mes de abril, que indica que la confianza empresarial vuelve a estar de nuevo en los niveles anteriores al estallido de la pandemia. En especial en el sector industrial, que está beneficiándose de la rápida recuperación de China o Estados Unidos. Según Eurostat, además, la inflación volvió a subir y se situó en el 1,6% en el mes de abril.
En cualquier caso, Europa sigue avanzando hacia la recuperación económica arrastrando los pies, lo cual mete más presión a Bruselas para que ponga en marcha el engranaje del fondo de recuperación. París, Madrid, Roma o Lisboa se impacientan, después de haber estado negociando seis meses sus planes. El Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional urgen igualmente a avanzar. Sin embargo, la Comisión recuerda que todavía hay ocho países pendientes de ratificar los acuerdos que les permitirían acudir a los mercados a endeudarse. Los más optimistas creen que las primeras entregas del paquete masivo de 750.000 millones empezarán a fluir en julio. Los más pesimistas creen que no será hasta septiembre.
La próxima estación, sin embargo, es la decisión sobre si dejar activada la cláusula general de escape, que suspende de facto las reglas fiscales. El sur de Europa lo reclama para poder seguir oxigenando sus economías, mantener vivas las empresas heridas por la pandemia y salvar puestos de trabajo. Por ahora, la tasa de paro se mantiene a raya, en el 8,1% en el conjunto de la UE, apenas ocho décimas más que hace un año. Bruselas quiere que se mantenga la barra libre, pero Berlín pide ver antes las previsiones económicas del año. Estos números pueden vencer las reticencias que quizá alberguen algunos de los halcones.