Austria, Francia e Italia arrastran a la UE a una nueva caída de la economía en el último trimestre de 2020
España es el país de la Unión con un mayor derrumbe en términos interanuales
Austria, Francia e Italia arrastraron a Europa hacia una nueva contracción económica en el último trimestre de 2020. El producto interior bruto (PIB) de la UE se contrajó en ese periodo un 0,4%, mientras que la zona euro retrocedió el 0,6%. Esos son los dos datos que arroja la oficina estadística Eurostat, que este martes mejoró en una décima el avance que publicó a comienzos de mes. España, que aguantó en números verdes,...
Austria, Francia e Italia arrastraron a Europa hacia una nueva contracción económica en el último trimestre de 2020. El producto interior bruto (PIB) de la UE se contrajó en ese periodo un 0,4%, mientras que la zona euro retrocedió el 0,6%. Esos son los dos datos que arroja la oficina estadística Eurostat, que este martes mejoró en una décima el avance que publicó a comienzos de mes. España, que aguantó en números verdes, experimenta en el cuarto trimestre el mayor desplome en relación con el mismo periodo de 2019, del 9,1%.
Bruselas prevé que la UE haga un paréntesis en su remontada y entre en recesión al cierre de este trimestre. El primer paso ya tuvo lugar en la última parte del año. Las fuertes medidas de restricción (desde cierres de toda la restauración hasta toques de queda) decretadas por París, Roma o La Haya para contener la segunda ola de contagios acabaron pasando factura a la actividad económica. Como resultado de esas decisiones para frenar las infecciones, el PIB de Austria se contrajo un 4,3%; el de Italia, un 2%; el de Francia, un 1,3%; el de Polonia, un 0,7%, y el de los Países Bajos, un 0,1%.
La Comisión cree que buena parte de esas medidas deberán extenderse hasta que la población más vulnerable haya sido vacunada. A partir de entonces, Bruselas da por hecho que empezará la desescalada. Y eso deberá ocurrir el próximo trimestre, con todos los interrogantes que impone la pandemia y que el lunes planteaba el Centro Europeo para el Control y Prevención de Enfermedades (ECDC, por sus siglas en inglés). El organismo comunitario advertía sobre el peligro que suponen las nuevas variantes y preveía meses de restricciones por delante. Las previsiones económicas de Bruselas, que rezuman cierto optimismo, concentran el grueso de esa recuperación en el tercer trimestre de 2021. Y el país que más debe crecer es España, que fue el más cayó a raíz de la pandemia con un desplome del PIB, en términos interanuales, del 9,1%.
Las duras restricciones impuestas a la actividad económica no impidieron, sin embargo, que Alemania, Bélgica, España o la República Checa siguieran creciendo en el último trimestre del año. En algunos países, prosiguió el rebote con expansiones superiores al 1% (Chipre, Letonia, Lituania, Hungría, Bulgaria) e incluso al 5%, como en el caso de Rumania. Bruselas cree que esos datos sugieren que la UE está siendo capaz de adaptarse a las circunstancias, en especial la industria. No obstante, todos los países cerraron el año en negativo. No ocurría lo mismo con el empleo, que volvía a crecer por segundo trimestre consecutivo un 0,3%, según Eurostat, gracias a los planes públicos de protección temporal de los puestos de trabajo y a los estímulos lanzados por los gobiernos.
En pleno debate sobre el rol internacional euro, que el Eurogrupo volvió a abordar el lunes, la UE vio cómo los Estados Unidos y China vuelven a marcar el paso de la recuperación. La dinámica anterior a la pandemia vuelve a reproducirse de nuevo: al otro lado del Atlántico la economía creció el 1% en el tramo final del año, mientras que el gigante asiático lo hacía el 6,5%. La UE confía en que el plan de recuperación, bautizado como Next Generation EU, sea el revulsivo para que su PIB dé el acelerón necesario para volver rápidamente a niveles anteriores a la pandemia y provoque una gran transformación económica que cierre ese diferencial con sus competidores más directos.