La UE admite que el ‘Brexit’ dañará la débil recuperación europea

El peor escenario de la Comisión augura una pérdida de seis décimas de PIB en dos años

El ministro de Exteriores español en funciones, José Manuel García-Margallo, conversa con su homólogo británico, Boris Johnson.STEPHANIE LECOCQ (EFE)

El Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional, múltiples casas de análisis y la Comisión Europea. Determinar el coste económico del Brexit se ha convertido en objeto de estudio para las principales instituciones financieras y laboratorios de ideas. Todos coinciden en que la salida de Reino Unido de la UE restará décimas de PIB tanto a la economía europea como a la británica, pero cuantificar el montante exacto de la factura del adiós requiere el uso de intervalos...

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El Banco Central Europeo, el Fondo Monetario Internacional, múltiples casas de análisis y la Comisión Europea. Determinar el coste económico del Brexit se ha convertido en objeto de estudio para las principales instituciones financieras y laboratorios de ideas. Todos coinciden en que la salida de Reino Unido de la UE restará décimas de PIB tanto a la economía europea como a la británica, pero cuantificar el montante exacto de la factura del adiós requiere el uso de intervalos y verbos en condicional.

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El peor escenario que baraja la Comisión en su primer estudio sobre la huella del Brexit predice un freno de dos décimas en el crecimiento del PIB de la eurozona para este año —del 1,7% al 1,5%— y de hasta cuatro décimas en 2017 —del 1,7% al 1,3%—. De cumplirse la más agorera de las previsiones, en torno a seis décimas de PIB se volatilizarían en la zona euro en solo dos años —la mitad, tres décimas, en el mejor de los supuestos—, una sacudida mayor a la que auguran los cálculos del BCE, que a finales del mes pasado cifraban el impacto en entre 0,3 y 0,5 puntos de PIB en tres años.

El informe de la Comisión Europea publicado este martes describe las heridas que ya ha causado la salida de Reino Unido: bruscos cambios en la cotización de las divisas —con la libra esterlina como gran damnificada—, volatilidad en los mercados y en definitiva, un sustancial aumento de la incertidumbre. Bruselas cree que esa inquietud se extenderá en el tiempo ante la lentitud de Londres en invocar el artículo 50 que pondría en marcha el proceso para dejar de ser uno de los Veintiocho: “Se espera un largo periodo de negociaciones de salida con potencial para dañar la recuperación”, reconoce el documento.

La Comisión espera nuevas secuelas de la decisión de los británicos, cuyas consecuencias negativas para Europa tardarán más en dejarse notar que la inmediata vorágine bursátil, pero que dejarán una triple secuencia de contratiempos en forma de caída del consumo privado, retroceso de la inversión y efectos dañinos para el comercio exterior.

Peor parada queda la economía británica. Las predicciones de Bruselas no descartan que Reino Unido entre en recesión el próximo año con una caída del PIB del 0,3% y esperan una “ralentización sustancial” del ritmo de mejora de la economía del país, que según sus estimaciones dejará de crecer entre el 1 y el 2,75% del PIB entre este año y el próximo, un rango mucho menos preciso que el que dibujan para los Diecinueve socios de la moneda única.

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