La OCDE alerta de la debilidad económica de China y Brasil

Las alarmas siguen sonando en dos de las mayores economías emergentes. El indicador compuesto que elabora mensualmente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pone el acento sobre China y Brasil, dos países que han crecido con fuerza en la última década pero que han sufrido una fuerte ralentización en los últimos meses. En su particular clasificación, en base a los últimos indicadores macroeconómicos, el organismo con sede en París concluye que ambas economías ...

Las alarmas siguen sonando en dos de las mayores economías emergentes. El indicador compuesto que elabora mensualmente la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE) pone el acento sobre China y Brasil, dos países que han crecido con fuerza en la última década pero que han sufrido una fuerte ralentización en los últimos meses. En su particular clasificación, en base a los últimos indicadores macroeconómicos, el organismo con sede en París concluye que ambas economías se encuentran en una fase del ciclo dominada por un “crecimiento que pierde impulso”.

Especialmente preocupante es el caso chino, que puntúa 97,4 sobre una media de largo plazo de 100 y que perdió en junio un 2,18% respecto al mismo mes del año pasado. Por su parte, Brasil retrocede un 0,59% interanual y se sitúa en 98,8 puntos sobre 100 en un momento en el que las materias primas —de las que el país latinoamericano es exportador neto— están en mínimos de más de una década y en el que su moneda, el real, está en mínimos de 13 años frente al dólar. Con esta escala, la OCDE trata de anticipar inflexiones en el ciclo de las principales economías mundiales.

Tal y como venía sucediendo en los cinco primeros meses del año, el think tank de los países ricos traza en su análisis de junio una línea divisoria entre las principales economías occidentales y Brasil y China, como cabezas visibles de los emergentes. Para las tres mayores economías de la eurozona (Alemania, Francia e Italia) y Japón, el organismo prevé un crecimiento estable o reafirmándose. Y en Reino Unido y Estados Unidos, la OCDE ve factores que “facilitan el crecimiento”.