Cuatro de cada 10 directivos acepta las prácticas poco éticas sus empresas

Cuatro de cada 10 directivos está dispuesto a aceptar regalos o pagos en metálico

Simulación de entrega de soborno.Gettyimages

El objetivo es salvaguardar el negocio. Para lograrlo los directivos españoles están dispuestos a aceptar obsequios y pagos en metálico o incluso podrían manipular los estados financieros. Estas prácticas poco éticas persisten en España. Casi cuatro de cada 10 empresarios realizaría alguna de estas actividades con la idea maquiavélica de que “el fin justifica los medios”.

De acuerdo con la 13ª Encuesta Global sobre el fraude elaborada por Ernst & Young (E&Y), ...

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El objetivo es salvaguardar el negocio. Para lograrlo los directivos españoles están dispuestos a aceptar obsequios y pagos en metálico o incluso podrían manipular los estados financieros. Estas prácticas poco éticas persisten en España. Casi cuatro de cada 10 empresarios realizaría alguna de estas actividades con la idea maquiavélica de que “el fin justifica los medios”.

De acuerdo con la 13ª Encuesta Global sobre el fraude elaborada por Ernst & Young (E&Y), el 36% de los entrevistados aceptaría alguna propuesta poca ética para proteger su empresa, la cifra es superior que en 2012. El sondeo recoge la percepción de los directivos de grandes compañías de 59 países de todo el mundo, entre ellas 50 españolas, sobre las prácticas de fraude y corrupción corporativas.

En el caso de España, el sondeo desvela que la manipulación de estados financieros se ha convertido en una actividad que gana peso. Esta práctica es considerada por el 8% de los encuestados en 2014, mientras que en 2012 solo la contemplaba un 2%.

La crisis económica ha influido para que permanezcan los comportamientos no éticos, afirma Ricardo Noreña, socio de EY. “Esta situación se ha puesto de manifiesto en numerosos casos que hemos conocido y que algunos se han tratado en los tribunales y otros están pendientes de ello", agrega.

Aceptar obsequios de entretenimiento persiste entre el 18% de los grades directivos. En 2012, esta actividad era considerada por el 26% de los consultados. Los pagos en metálico descendieron del 12% al 10% en dos años y los regalos personales se mantuvieron en el 12%.

Además, las grandes empresas han relajado la instauración de procedimientos y políticas antifraude y corrupción y de cumplimiento, incluyendo códigos de conducta. El sondeo muestra que un 54% de los consultados tiene alguna medida que evite la corrupción, frente al 74% de los sondeados hace dos años. También son más laxas las políticas de penalización de no cumplimiento en España respecto a 2012: un 56% frente al 68% de los directivos así lo reconoce.

Los emergentes, más blandos con la corrupción

Si algo más de un tercio de los directivos españoles justificaría comportamientos poco éticos en la conducción de su negocio, el promedio mundial se sitúa en el 42%. Este porcentaje se ve afectado por los resultados de los mercados emergentes, donde la tasa de aceptación de estas prácticas alcanza el 45%, contra el 35% de Europa occidental y el 38% de los países desarrollados.

Más de la mitad de los entrevistados ha manifestado que la corrupción está ampliamente difundida en su país, mientras en España esta percepción ha disminuido, aunque levemente, y se ha situado en el 28% contra el 34% de 2012. En los mercados emergentes, donde el 54% de los encuestados opina que la generalización del fraude ha descendido, destacan las respuestas de los directivos de Egipto, Kenya y Nigeria: el 80% de ellos considera que sobornos y corrupción son comportamientos extendidos en sus países.

El informe señala la buena aceptación de ciertas conductas poco éticas a la hora de conseguir un negocio: el 29% aceptaría un obsequio relacionado con el ocio y el entretenimiento (el 26% en 2012), un 14 % diría que sí a un regalo (el mismo porcentaje que hace dos años), un 13% aceptaría un pago en metálico y un 41% justificaría por lo menos uno de estos comportamientos.

Además, el estudio evidencia que el porcentaje de compañías que poseen políticas anticorrupción y antisoborno solo ha aumentado en un 1% respecto al 2012, y una minoría consistente todavía tiene que cumplir con los requisitos básicos. De la misma manera, solo el 45% de las empresas encuestadas admite haber aplicado una política que promueve la denuncia de situaciones ilegales.

Nuevos desafíos: el cibercrimen

Casi la mitad de los directivos entrevistados ha asegurado percibir el cibercrimen como un riesgo importante en relación con su negocio. Sin embargo, solo el 74% de las empresas que han sufrido un ataque de este tipo lo han divulgado públicamente. En este sentido, la encuesta señala que muchos ejecutivos adoptan un comportamiento "ingenuo" frente al desafío constituido por los delitos informáticos, y ralentiza así la adaptación a este nuevo escenario.

En España, un 58% de los preguntados considera esta cuestión como un riesgo considerable o muy elevado, y se sitúa en decimoquinta posición entre los países más preocupados por este asunto. La mayor amenaza para los directivos españoles son los hackers (58%), en sintonía con la percepción a nivel global (48%), seguida por los propios empleados.

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