No es oro todo lo que cotiza

Los inversores exigen a las empresas tecnológicas pruebas de que su negocio es sostenible

El creador de Facebook, Mark Zuckerberg, junto a su equipo el día que la red social salió a Bolsareuters

Muchos inversores de Bolsa no olvidarán nunca marzo de 2000. El negocio de las ‘puntocom’, el nuevo maná de la Bolsa, resultó ser solo un suflé que se deshinchó todavía más deprisa de lo que había crecido. Cierre de empresas, billones de euros evaporados, inversores arrutinados... La resaca incluso salpicó a firmas sólidas como Intel o Cisco Systems. Analistas e inversores sacaron una lección: cuidado con la euforia. 14 años después las empresas arraigadas en Internet vuelven a ser las reinas del par...

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Muchos inversores de Bolsa no olvidarán nunca marzo de 2000. El negocio de las ‘puntocom’, el nuevo maná de la Bolsa, resultó ser solo un suflé que se deshinchó todavía más deprisa de lo que había crecido. Cierre de empresas, billones de euros evaporados, inversores arrutinados... La resaca incluso salpicó a firmas sólidas como Intel o Cisco Systems. Analistas e inversores sacaron una lección: cuidado con la euforia. 14 años después las empresas arraigadas en Internet vuelven a ser las reinas del parqué, pero no todas están en el mismo saco. Su capacidad para generar beneficios y su potencial a medio plazo marcan la diferencia.

Los valores más mimados por los inversores

  • Google manda en Internet. Nació dos años antes de estallar la crisis tecnológica y empezó a cotizar cuatro años después del colapso. Su acción se paga a más de 1.200 dólares (870 euros), con lo que se apreció un 1.000% desde el estreno. Es el valor tecnológico más querido en el parqué. Solo hay que fijarse en sus cuentas. Ganó 12.920 millones de dólares tras ingresar 59.825 millones. Con 410.000 millones de dólares de capitalización es más valiosa que Microsoft y se disputa el segundo puesto con ExxonMobil.
  • Facebook domina las redes sociales, con 1.230 millones de usuarios. Su estreno en el Nasdaq hace dos años fue un desastre, en parte por los fallos técnicos en la colocación, pero sobre todo porque acudió al parqué sin un modelo de negocio claro. Mark Zuckerberg rectificó y apostó por el móvil. El cambio de estrategia le permitió cerrar el ejercicio con ingresos de 7.870 millones de dólares, que le aportaron un beneficio de 1.500 millones (1.1000 millones de euros). Vale en Bolsa cerca de 180.000 millones de dólares.
  • Netflix manda en la distribución de contenido audiovisual en Internet, hasta el punto de comerse una tercera parte del tráfico de datos en hora punta. Si WhatsApp es una amenaza para los operadores tradicionales de telefonía, el videoclub virtual lo es, con sus 48 millones de abonados, el rival de la televisión de pago. Tuvo ingresos de 4.370 millones de dólares en 2013 y un beneficio de 110 millones. Vale 27.100 millones en Bolsa.

Los que sobrevivieron y se reforzaron

  • Amazon es la gran potencia en el comercio electrónico, aunque su valor oculto está en la gestión de la infraestructura por la que circulan los datos. Sobrevivió al estallido de la primera burbuja. Prácticamente invierte todo lo que ingresa para extender su dominio. Las ventas ascendieron a 74.450 millones de dólares, que le aportaron un beneficio de 274 millones. Ingresa diez veces más que Facebook pero vale menos, unos 166.000 millones de dólares en Bolsa.
  • Ebay es el otro gran actor en el comercio electrónico y controla el mayor sistema de pagos, PayPal. Como su rival, aguantó el reventón y fortaleció su ecosistema. En su caso, la cifra de negocio fue de 16.050 millones en el ejercicio y tuvo un beneficio de 2.850 millones. Las operaciones a través de dispositivos móviles prácticamente doblaron en un año. Su capitalización es de 74.750 millones de dólares, un 3.000% mayor que cuando debutó en 1998.
  • Priceline también recuperó los días de gloria y entró antes que Google en el club de los valores por los que se pagan más de 1.000 dólares la acción. El portal de viajes tiene un valor de 71.200 millones, más grande que la compañía de mensajería UPS. Es un 180% que cuando empezó a cotizar en marzo de 1999, justo un año antes del desplome, pero se revalorizó un 17.600% si se compara con lo que valía a final de 2000.

Las tecnológicas tradicionales

  • Apple es la compañía más valorada de Wall Street, gracias a la popularidad de sus dispositivos móviles. Su fuerte es el iPhone. Esa dependencia hacia un producto es también su vulnerabilidad. La anterior burbuja no le afectó, porque su producto tenía un público muy definido. Ahora es un fenómeno de masas. Su capitalización bursátil supera los 460.000 millones de dólares (más de 330.000 millones de euros) Se apreció un 4.500% desde entonces. Pero en el último año y medio le cuesta mantener el valor pese a tener unas ventas de 170.910 millones en el ejercicio y un beneficio de 30.040 millones de dólares.
  • Microsoft es también de las compañías más rentables del sector, gracias al dominio de su sistema operativo, de sus programas para empresas y de la gestión de datos. Google le comió el negocio de la publicidad electrónica y quedó muy rezagada en la carrera del móvil. Ahora, con nuevo mando, trata de no quedarse atrás en los servicios en la nube. Su facturación anual ascendió a 77.850 millones de dólares en el último ejercicio, que le hicieron ganar 21.860 millones. Su valor de mercado supera los 310.000 millones de dólares, pero está prácticamente estancado desde hace años.
  • Yahoo era el buscador dominante antes de Google. Ahora está inmersa en un proceso de transformación para presentarse como una compañía de medios. Acaba de pagar 1.100 millones por Tumblr, una red de blogs con 50 millones de miembros pero con un potencial tan pequeño de generar ingresos que es difícil que pueda ganarle. La compra recordó a la de GeoCities la anterior burbuja. Su cifra de negocio fue de 4.680 millones el pasado año y su valor bursátil de 38.100 millones, un 65% menos que hace 14 años.
  • HP acaba de perder la supremacía en el negocio de los ordenadores personales. Ahora trata de reestructurar también su negocio para adaptarse a la nueva realidad tecnológica dominada por el acceso a datos en cualquier momento y lugar. Es lo que hizo hace unos años IBM y lo que busca también Intel en la transición de la computadora fija a la computación móvil. Para esta especie de dinosaurios tecnológicos, como Cisco Systems y Oracle, la clave de la supervivencia está en la adaptación.

Las que todavía tienen mucho de demostrar

  • Twitter empezó a cotizar en noviembre del pasado año. Llegó a doblar su valor bursátil, que ahora ronda los 30.000 millones de dólares (21.700 millones de euros). Sus resultados pusieron en evidencia sus debilidades. Perdió 645 millones, casi tanto como lo que ingresó. El microblog no tiene un modelo de negocio tan diversificado como Google o Facebook y sus 240 millones de usuarios no se implican tanto en el servicio, lo que pone en duda que pueda hacer caja de, por ejemplo, la publicidad. Por tanto, debe demostrar aún a los inversores que crece y que es capaz de generar beneficios pronto y de una manera sostenida.
  • LinkedIn cuenta con un modelo de negocio que complace a los inversores. La mayor red de contactos profesionales está desde mayo de 2011 en el Big Board. Su tendencia fue siempre ascendente y llegó a apreciarse un 165%. Pero en los últimos meses mostró debilidad: las dudas sobre su capacidad para crecer hacen a muchos inversores preguntarse si no ha tocado techo y es el momento de salir corriendo para no ser el último en vender. Aun así, la compañía es aun rentable. Cuenta en la actualidad con 277 millones de miembros, que le aportaron unos ingresos de 1.530 millones de dólares. Ganó solo 27 millones. Su capitalización bursátil es de 25.650 millones de dólares.
  • Groupon, especializado en servicios y productos on line con descuentos, sufrió el castigo de los inversores tan pronto como los ingresos y el crecimiento de los usuarios comenzó a moderarse. Es un valor demasiado volátil y la acción se paga un 68% más barata que en el estreno en noviembre de 2011. Perdió el año pasado 95 millones de dólares. Lo mismo le pasó a Zynga: el creador de juegos sociales vale un 45% que en su estreno, unos 4.300 millones de dólares. En su caso, la cifra de negocio bajó a 873 millones y perdió casi 40 millones de dólares.

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