La troika reclama a la eurozona que ayude a Irlanda con su deuda

Sin esas medidas no es descartable que Dublín tenga que seguir bajo el programa de ayuda más tiempo del previsto

Jose Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea, y Enda Kenny, primer ministro de Irlanda Aidan Crawley (Bloomberg)

Irlanda es el alumno aventajado de entre los países que han pedido un rescate, pero aun así necesita soltar lastre con su deuda para salir del programa de ayuda en los plazos previstos: a finales de este año. La troika pidió este jueves que la eurozona tenga un gesto de generosidad con Irlanda para que Dublin reduzca su abultada deuda pública (en torno al 120% del PIB y subiendo). La Comisión y el Consejo apoyan la petición, a la vista de que sin esas medidas no es descartable que Dublín tenga que ...

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Irlanda es el alumno aventajado de entre los países que han pedido un rescate, pero aun así necesita soltar lastre con su deuda para salir del programa de ayuda en los plazos previstos: a finales de este año. La troika pidió este jueves que la eurozona tenga un gesto de generosidad con Irlanda para que Dublin reduzca su abultada deuda pública (en torno al 120% del PIB y subiendo). La Comisión y el Consejo apoyan la petición, a la vista de que sin esas medidas no es descartable que Dublín tenga que seguir bajo el programa de la Troika más tiempo del previsto.

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El presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso, y el del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, de visita en Dublín por el arranque de la Presidencia irlandesa de la UE, son partidarios de negociar un acuerdo que reduzca la factura que ha dejado el agujero financiero irlandés. Barroso confirmó que la Comisión “defenderá que se mantenga la solidaridad con Irlanda” porque “ha demostrado que tiene un enorme compromiso para cumplir con el programa de rescate”.

Fuentes de la Troika abogaban por “convertir una porción de la deuda irlandesa en capital controlado por el fondo de rescate”. La troika presiona también para que el BCE incluya a Irlanda entre los posibles candidatos a la compra de bonos, y para que el Eurobanco mejore las condiciones de devolución de pagarés (conocidos en Irlanda con el delicioso eufemismo de promissory notes) por importe de unos 30.000 millones de euros cuyos vencimientos, a partir de marzo, son una especide de espada de Damocles que amenaza la salida del túnel irlandés.

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