Proyectos respaldados por el PNV dejan las instalaciones de Epsilon

El proyecto Hiriko, promovido por la Asociación para el Fomento y Promoción de Actividades Industriales y Deportivas de Automoción (AFYPAIDA), un grupo de empresarios vinculados al PNV, entre otros Jesús Echave, abandonará en tres semanas las instalaciones de Epsilon en el Parque Tecnológico de Miñano, donde hasta ahora ha tenido localizadas sus actividades. Pese al esfuerzo de responsables de la entidad por desvincular esa decisión de las dificultades que atraviesa la compañía que preside Joan Villadelprat, lo cierto es que ese movimiento, a pocos meses de culminar su tarea, no arroja precisa...

El proyecto Hiriko, promovido por la Asociación para el Fomento y Promoción de Actividades Industriales y Deportivas de Automoción (AFYPAIDA), un grupo de empresarios vinculados al PNV, entre otros Jesús Echave, abandonará en tres semanas las instalaciones de Epsilon en el Parque Tecnológico de Miñano, donde hasta ahora ha tenido localizadas sus actividades. Pese al esfuerzo de responsables de la entidad por desvincular esa decisión de las dificultades que atraviesa la compañía que preside Joan Villadelprat, lo cierto es que ese movimiento, a pocos meses de culminar su tarea, no arroja precisamente confianza en el futuro de Epsilon.

Hiriko va agrupar a partir del 2 de mayo en una sede propia, cuyo acondicionamiento ultima en un antiguo concesionario de coches, todos los servicios que hasta ahora, y desde los inicios del proyecto en 2009, ha mantenido en las instalaciones de Epsilon en Miñano.

Las iniciativas suman ayudas públicas que rebasan los 65 millones

Tanto Epsilon, sobre cuyo futuro oficializó su inquietud el Gobierno en el Parlamento hace 10 días, como AFYPAIDA y una tercera firma, DenokInn, han recibido cuantiosas ayudas públicas, cifradas, hasta donde este periódico ha podido concretar, en al menos 65 millones de euros. EL PAÍS no ha podido obtener datos sobre el monto de las aportaciones privadas que se hayan producido en paralelo.

La mayor parte esa cantidad, 40 millones, han tenido por destinataria a Epsilon, ahora en serias dificultades, como revela la declaración de situación preconcursal que presentó hace ya un mes. La firma necesita un aplazamiento de los pagos de sus préstamos y una ampliación de los mismos que las entidades financieras le niegan.

El proyecto Hiriko, que desarrolla un prototipo de pequeño coche eléctrico urbano, ha recibido los otros 25 millones. Epsilon controla el 20% en el consorcio de empresas para la segunda fase del proyecto. Parte de aquella cifra ha llegado a su impulsora, AFYPAIDA, y otra parte a la prestataria de la ingeniería, DenokInn, también vinculada a personalidades relevantes del PNV como el exviceconsejero de Pesca Luis Miguel Macías.

Tanto Epsilon como AFYPAIDA y DenokInn han visto respaldados políticamente y económicamente sus proyectos por el PNV, que ha recabado fondos y facilidades para los mismos, tanto del Gobierno vasco cuando estaba en sus manos como, fundamentalmente, del Ejecutivo central, en este último caso, en forma de contrapartidas económicas a su apoyo a los Presupuestos generales del Estado. El Ministerio de Ciencia e Innovación ha aportado, de hecho, la mayor parte del dinero que han recibido las tres compañías.

La pregunta ahora es hasta qué punto el eventual fracaso de Epsilon, aparte de obligar al Gobierno vasco a hacerse cargo de pérdidas de hasta 24 millones por garantías otorgadas por el anterior Ejecutivo, cuya legalidad investiga Industria, puede arrastrar a esos otros proyectos o lastrarlos.

"Radicalmente, no". La negativa es del peneuvista Iñigo Antia, exconcejal en Vitoria y secretario general de dicha asociación de empresarios. Antia, quien admite el padrinazgo de su partido para conseguir ayudas al proyecto en Madrid, niega a EL PAÍS que les vayan a afectar las dificultades de Epsilon. "No nos afecta en nada lo que esté pasando en Epsilon", asegura, pese a que esta firma tiene una participación del 20% en el consorcio que tiene previsto hacerse cargo de la segunda fase de Hiriko, una vez que el 31 de diciembre se cierre la primera.

Antia describe la relación de su proyecto con Epsilon como puramente contractual con la prestación por esta de servicios como aportación de personal cualificado, la infraestructura informática para soportar el proyecto y el espacio adecuado para taller. También ha sido la sede de las reuniones entre las distintas empresas implicadas.

Pese a todo ello, Antia separa el devenir de ambos proyectos y sugiere que Epsilon podría salir del consorcio que abordará esa segunda fase. "Del mismo modo que está, puede dejar de estar. Si hay que sustituir a Epsilon por otro socio, se hará", indica. En todo caso, desvincula el abandono de las instalaciones de esa firma de su situación. "Tenemos que entregar los prototipos y en febrero vimos conveniente agrupar todo para desarrollar el proyecto ordenadamente", explica.