Las autopistas de la Generalitat suben más del doble que las del Estado

Casi no ha llegado a su despacho y el nuevo consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, ya ha tenido que dar una mala noticia a los catalanes: los peajes de la red de autopistas que dependen de la Generalitat suben de precio el 3,4% a partir del 1 de enero. Se acabó el periodo de gracia que el año pasado, por la crisis, se inauguró con una congelación de precios.

Esta subida es muy superior a la del IPC de noviembre, que suele usarse como referencia para calcular las tarifas de los servicios del año siguiente, que se ha quedado en el 2,3%. El repunte de precios será en conc...

Casi no ha llegado a su despacho y el nuevo consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, ya ha tenido que dar una mala noticia a los catalanes: los peajes de la red de autopistas que dependen de la Generalitat suben de precio el 3,4% a partir del 1 de enero. Se acabó el periodo de gracia que el año pasado, por la crisis, se inauguró con una congelación de precios.

Esta subida es muy superior a la del IPC de noviembre, que suele usarse como referencia para calcular las tarifas de los servicios del año siguiente, que se ha quedado en el 2,3%. El repunte de precios será en concreto del 3,77% para turismos y motocicletas y del 2,58% para los vehículos pesados.

El incremento, además del IPC, incluye un sobrecoste que se aplica para compensar aumentos de precios que el Gobierno de CiU no aplicó antes de 2003, como cambios en el IVA y en la inflación. Desde 2005, el tripartito comenzó a aplicar progresivamente costes por encima del IPC (ese año, por ejemplo, del 4,48%) para compensar los años de perdón.

Las autopistas en suelo catalán que dependen del Estado (la AP-7 y la AP-2) también serán más caras pero muy por debajo de las controladas por la Generalitat. Según anunció ayer el Ministerio de Fomento, su coste aumentará entre el 1,1% y el 1,6%.

El portavoz del Partido Popular en el Parlament, Enric Millo, criticó la medida de CiU y recordó en un comunicado que durante la campaña electoral el actual presidente catalán, Artur Mas, "acusó" al tripartito de dejar Cataluña con los peajes "más caros de la historia", por lo que criticó que ahora aplique las mismas políticas "erróneas que sus antecesores".

Los de las autopistas no son los únicos precios que suben con la llegada del nuevo año. El 2011, año en el que desparecen las ayudas estatales de 420 euros para los parados sin cobertura, el cheque bebé y la desgravación de la vivienda, en Cataluña además del gas y la electricidad, suben todos los transportes públicos, el ocio y muchos servicios municipales como la grúa y los gimnasios públicos.Una de las primeras decisiones que ha tomado el nuevo Gobierno catalán: subir los peajes. Y, además, más de un punto por encima del IPC de noviembre, usado como referencia. El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Lluís Recoder, lo comunicó ayer en declaraciones a Rac1 y después a través de un comunicado. Aunque hubiera preferido esperar un poco antes de comunicar su decisión, no podía: debía aprobar las nuevas tarifas antes de terminar el año.

El tripartito aprobó antes de irse la subida de precios del transporte público. Pero las barreras de las autopistas se las dejó a Artur Mas. Quizá porque esa misma patata caliente es la que se encontró Joaquim Nadal, consejero de Política Territorial, en su primer mandato: el anterior Gobierno de CiU no había aplicado los incrementos de IVA en los años anteriores, por lo que el consejero entrante aplicó fuertes subidas, según justificó, para atajar el error de los pujolistas, una medida poco popular para empezar. En 2010 Nadal anunció que por primera vez desde la llegada de los tres partidos al Gobierno, los peajes se quedarían prácticamente congelados, como la riqueza del país. Para 2011, Nadal decidió despedirse dejando la decisión de aumentar o no los precios a los que llegaban.

Para calcular el incremento, Recoder ha tenido en cuenta el 2,3% procedente de la repercusión de entre el 90% y el 100% de la variación del IPC durante 2010 (en realidad es el IPC de noviembre, que es el que se usa siempre como referencia), y el 1,2% extra procedente de los incrementos pendientes de años anteriores a 2003, esos que en su día no aplicó CiU y que corresponden a la aplicación del cambio del IVA del 7% al 16% y al aplazamiento del aumento de la inflación.

Esta compensación extra que se añade al IPC, a no ser que se decida un método distinto, seguirá pesando en los bolsillos de los catalanes cada inicio de año, ya que se decidió aplicar poco a poco desde 2005 y hasta 2013 para no disparar un 9,57% los precios en 2005.