Castelldefels sigue a Cerdanyola en la lucha contra Uralita

Un grupo vecinal pide indemnizaciones por haber inhalado el amianto de Rocalla

Uralita, según decidió un juez el pasado verano, debe pagar a vecinos de Cerdanyola y Ripollet (Vallès Occidental) 3,9 millones de euros porque vivir cerca de sus fábricas de amianto les hizo enfermar. La sentencia causó revuelo. No por el golpe económico, ya que Uralita recurrió la sentencia y el pago no es firme. Lo importante era que abría una puerta: la que permitía a habitantes de otras ciudades, enfermos pese a que nunca trabajaron con este mineral, seguir el ejemplo de Cerdanyola. Los vecinos de la fábrica de Rocalla, en Castelldefels (Baix Llobregat), podrían cruzar esa puerta. Si logr...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Uralita, según decidió un juez el pasado verano, debe pagar a vecinos de Cerdanyola y Ripollet (Vallès Occidental) 3,9 millones de euros porque vivir cerca de sus fábricas de amianto les hizo enfermar. La sentencia causó revuelo. No por el golpe económico, ya que Uralita recurrió la sentencia y el pago no es firme. Lo importante era que abría una puerta: la que permitía a habitantes de otras ciudades, enfermos pese a que nunca trabajaron con este mineral, seguir el ejemplo de Cerdanyola. Los vecinos de la fábrica de Rocalla, en Castelldefels (Baix Llobregat), podrían cruzar esa puerta. Si logran indemnizaciones, será de nuevo Uralita la que deba pagarlas, porque absorbió Rocalla en la década de 1980.

Un centro de salud de la población tendrá dos especialistas en asbestosis

El Col·lectiu Ronda es el que ha hecho un llamamiento a los vecinos de Castelldefels afectados para que se movilicen. Ayer esta cooperativa de abogados organizó una asamblea en el Centre Municipal Frederic Mompou. Lleva años colaborando con antiguos trabajadores de Uralita en Cerdanyola para exigir indemnizaciones por enfermedades causadas al trabajar con fibras de amianto, que puede causar cáncer y afecciones respiratorias. El año pasado, los abogados comenzaron también a representar a muchos ex empleados de Rocalla en Castelldefels, que aunque estaban enfermos, nunca emprendieron acciones legales. Rocalla, también fábrica de amianto, fue adquirida por Uralita al final de su vida, por lo que es contra esta última compañía con la que pleitean. El Col·lectiu ayudará ahora también a vecinos de la antigua Rocalla a exigir indemnizaciones de Uralita.

La empresa, que recurrió la sentencia de Cerdanyola, ayer no quiso valorar las posibles acciones legales de Castelldefels. Una portavoz se limitó a señalar que la compañía siempre actuó siguiendo la legislación vigente.

"La asamblea ha tenido mucho éxito asistencia. Pero aún no podemos cuantificar cuántas personas de Castelldefels se unirán a la demanda. Hay mucha desinformación. En Cerdanyola cada semana nos llegan cuatro o cinco afectados pasivos para unirse a la demanda vecinal de esa localidad. En Rocalla está todo por hacer", explicó una portavoz del Col·lectiu Ronda. Ayer, añadió, arrancaron al menos una promesa al concejal de Salud durante la asamblea: en el centro de salud de la zona de Rocalla habrá dos especialistas en diagnóstico relacionado con amianto. "Así será más fácil identificar los casos", precisó.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Sobre la firma

Archivado En