DECORACIÓN

¿Adiós a la bombilla?

Las innovaciones estéticas en el espacio doméstico casi siempre vienen acompañadas de la aparición de un nuevo material o una tecnología que hacen posible ese diseño de nuevas formas. A veces son materiales o tecnologías que ya existían, pero que se usaban en otros ámbitos; otras veces se trata, directamente, de nuevos hallazgos. Con la aparición de la tecnología led en el mundo de la iluminación, se ha dado un salto tan grande como cuando se pasó de la vela a la bombilla. El led se ha hecho muy conocido por su eficiencia energética y su durabilidad, algo que en estos tiem...

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Las innovaciones estéticas en el espacio doméstico casi siempre vienen acompañadas de la aparición de un nuevo material o una tecnología que hacen posible ese diseño de nuevas formas. A veces son materiales o tecnologías que ya existían, pero que se usaban en otros ámbitos; otras veces se trata, directamente, de nuevos hallazgos. Con la aparición de la tecnología led en el mundo de la iluminación, se ha dado un salto tan grande como cuando se pasó de la vela a la bombilla. El led se ha hecho muy conocido por su eficiencia energética y su durabilidad, algo que en estos tiempos de alarma ecológica le ha propiciado una cálida acogida. Pero es que además esta tecnología abre la puerta a nuevas formas hasta ahora impensables. Tanto es así, que la bombilla tradicional con casquillo posiblemente tenga los días contados. En el caso del led, las novedades surgidas han adquirido una forma que son consecuencia de una función.

Juegos de papel

Una de las últimas novedades se llama "tejido no tejido"; parece un galimatías, pero no lo es. Son superficies cuyas fibras han sido unidas mediante un proceso de calor y presión. Los diseñadores más vanguardistas ya están experimentando con ellas. Oki Sato, del estudio Nendo, ha probado con el tejido termoplástico Smash. El resultado ha sido Blown, unas lámparas con pantalla que parecen champiñones que han surgido de darle forma mediante aire y agua caliente al estilo de los sopladores de vidrio. Por su parte, el material Tyvek de la casa DuPont está protagonizando algunos de estos diseños, como la lámpara Vapeur de Inga Sempé para la firma Moustache y la Grand Trianon, un sublime juego de pliegues diseñado por Paula Arntzen para la firma experimental de Los Ángeles Artecnica. www.moustache.fr y www.artecnicainc.com

Con forma de disco

Conocidos con el acrónimo led, los diodos emisores de luz están transformando el mundo de la iluminación. Consumen hasta veinte veces menos que las bombillas incandescentes y se estima que duran unos 25 años. Lo más interesante del led es que aporta infinitas posibilidades de diseño, como se puede apreciar en una de las propuestas de la empresa belga Modular. Se llama Spock y es un sencillo aplique con los mecanismos ocultos diseñado por Couvreur & Devos. El disco gira hasta 359º, permitiendo crear diferentes ambientes. www.supermodular.com/spock

Una hoja de luz

Con las posibilidades del led aún por explorar, ya ha surgido otra tecnología paralela: el oled, que está compuesto de moléculas orgánicas e irradia un resplandor suave. Philips ya se ha lanzado a comercializarlo en módulos bajo la denominación Lumiblade. Otra de las propuestas de esta marca es el Lumiblade Reflections, un panel hecho de oleds dotados de sensores que detectan la presencia de las personas, atenuándose y mostrando un efecto espejo. Por su parte, la arquitecta Amanda Levete ha diseñado para la firma británica Established & Sons la lámpara Edge, con una forma ultrafina y zigzagueante. Teniendo en cuenta que se les estima 25 años de vida, cabe preguntarse si quizá el futuro de las bombillas ya no sea tener forma de bulbo ni a lo mejor tampoco de disco o módulo, sino directamente de lámpara. www.lumiblade.com

Integrados

La firma italiana Flos acaba de presentar todo un catálogo con soportes de iluminación que parecen formar parte de la propia pared o techo. Se llama Soft Architecture y permite iluminar a través de formas completamente integradas en la arquitectura de un espacio. Entre las primeras propuestas encontramos orificios cuadrados o redondos por los que se cuela la luz y protuberancias a modo de cráteres. Para integrar esta iluminación en la arquitectura, las formas están hechas con un composite que permite ser moldeado tanto hacia fuera como hacia dentro y en el cual se alojan diferentes fuentes de luz, que pueden quedar a la vista o no. Estas formas se integran a la perfección cuando los techos o paredes son de pladur, pero también se pueden utilizar en techos de escayola o modulares. www.soft-architecture.com

La lámpara Grand Trianon de Paula Arntzen.

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