El doctor Crick abandona Gran Bretaña para evitar los impuestos

El hombre que contribuyó a descubrir la estructura del DNA, la sustancia genética capaz de transmitir la vida humana, se ha ido de Gran Bretaña para huir de los impuestos. El doctor Francis Crick, premio Nobel, que había trabajado durante veinticinco años en el laboratorio de Biología Nuclear de Cambridge, va a ser contratado por el Instituto Salk, en La Jolla, California, donde ha sido profesor invitado desde septiembre de 1976.El doctor Crick descubrió el DNA junto con un profesor norteamericano, James Watson. Su artículo sobre la materia, publicado hace veinticuatro años en una revista cien...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

El hombre que contribuyó a descubrir la estructura del DNA, la sustancia genética capaz de transmitir la vida humana, se ha ido de Gran Bretaña para huir de los impuestos. El doctor Francis Crick, premio Nobel, que había trabajado durante veinticinco años en el laboratorio de Biología Nuclear de Cambridge, va a ser contratado por el Instituto Salk, en La Jolla, California, donde ha sido profesor invitado desde septiembre de 1976.El doctor Crick descubrió el DNA junto con un profesor norteamericano, James Watson. Su artículo sobre la materia, publicado hace veinticuatro años en una revista científica, les valió a ambos el premio Nobel.

Desde que la estructura del DNA fue descubierta y analizada, el prestigio del laboratorio en el que trabajaba el doctor Crick fue en aumento. La ausencia del que ha dirigido estas investigaciones ha sido calificada por la prensa británica como una pérdida científica de primera magnitud, no sólo por lo que significa en si misma sino por las consecuencias que va a traer.

El doctor Max Perutz, director del departamento de investigación médica del citado laboratorio, ha anunciado también su propósito de dejar el Reino Unido siguiendo el ejemplo del doctor Crick. La marcha de ambas figuras científicas hará que otros jóvenes doctores dejen también Gran Bretaña para continuar investigando con sus maestros.

En este momento las leyes británicas congelan los salarios de los científicos más destacados en un tope de ocho a nueve mil libras anuales, casi un millón de pesetas.

Tanto Perutz como Crick han creído necesario el exilio no sólo por la severidad de las leyes impositivas sino también porque en este país los profesores de la categoría de ambos tienen que retirarse obligatoriamente a los 65 años, y de acuerdo con el doctor Perutz, en el extranjero las normas en ese sentido no son tan tajantes para un científico, que a aquella edad conserva su capacidad de trabajo. El doctor Crick tiene ahora sesenta años, y el doctor Max Perutz debería retirarse en Gran Bretaña en el plazo de dos años y medio.

Archivado En