Gozo asegurado
Cuando el consumo del vino baja y baja sin fondo aparente, y con la inestimable ayuda de campañas antialcohólicas que lo demonizan, es oportuno recordar a los bodegueros sensatos que supieron atender la demanda del consumidor medio con vinos de calidad a precios módicos. Por ejemplo, con el mérito añadido del pionero, los González Yllera y su antigua Bodega los Curros.
Durante muchos años, su Viña Cantosán de Rueda fue vino de la casa en el restaurante Zalacaín, lo que no es poco. Y en 1983, con Yllera, un tinto franco, directo, criado en madera cuando eso era todavía un lujo en ...
Cuando el consumo del vino baja y baja sin fondo aparente, y con la inestimable ayuda de campañas antialcohólicas que lo demonizan, es oportuno recordar a los bodegueros sensatos que supieron atender la demanda del consumidor medio con vinos de calidad a precios módicos. Por ejemplo, con el mérito añadido del pionero, los González Yllera y su antigua Bodega los Curros.
Durante muchos años, su Viña Cantosán de Rueda fue vino de la casa en el restaurante Zalacaín, lo que no es poco. Y en 1983, con Yllera, un tinto franco, directo, criado en madera cuando eso era todavía un lujo en la zona, conquistó paladares pese a que un impedimento burocrático le impidió inscribirse en la entonces denominación de origen Ribera del Duero.
VENDIMIA SELECCIONADA 2003 YLLERA
Grupo Yllera. Rueda (Valladolid). Carretera Madrid-Coruña, kilómetro 173,5. Teléfono: 983 86 80 97. Internet: www.grupoyllera.com. DO: Vinos de la Tierra de Castilla. Tipo: tinto crianza, 14%. Cepas: tempranillo. Precio: 12 euros. Puntuación: 9/10.
La envidia, ignorancia y maledicencia trataron en vano de desprestigiar a este vino honesto, de calidad más que aceptable, a precio justo. Ahora, para demostrar que también pueden elaborar vinos de la gama alta sin renunciar a los principios fundacionales de los dos hermanos, ofrecen este Vendimia Seleccionada que consigue el sobresaliente. En nariz, la fruta se funde limpiamente con el roble, la mora y ciruela se recubren de tostados, café y vainilla; en la boca emergen, golosos y tiernos, los sabores afrutados, dejando un poso de cedro que pregona la nobleza de su hechura. Un gozo asegurado.