Entre Hernández y Azcona

Cuando cumplió 60 años, la vida le dio un susto; aquella palidez con que recibió las malas noticias fue variando y ahora Joan Manuel Serrat es otra vez aquél que reivindicaba la alegría como una de las formas que tiene el ser humano de comunicar que está vivo.

Este premio le ha encontrado trabajando; él se inspira trabajando, como Picasso; todo le ha encontrado trabajando desde que tiene 20 años. Ayer no estaba ni para declaraciones ni para resúmenes, porque está trabajando, haciendo de la poesía de Miguel Hernández otro acontecimiento. Un amigo le felicitó y él le recordó lo que decía ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

Cuando cumplió 60 años, la vida le dio un susto; aquella palidez con que recibió las malas noticias fue variando y ahora Joan Manuel Serrat es otra vez aquél que reivindicaba la alegría como una de las formas que tiene el ser humano de comunicar que está vivo.

Este premio le ha encontrado trabajando; él se inspira trabajando, como Picasso; todo le ha encontrado trabajando desde que tiene 20 años. Ayer no estaba ni para declaraciones ni para resúmenes, porque está trabajando, haciendo de la poesía de Miguel Hernández otro acontecimiento. Un amigo le felicitó y él le recordó lo que decía su admirado Rafael Azcona sobre los premios: "Lo bueno de los premios es que estén remunerados".

Más información

No es lo único que aprecia de su importancia; su oficio ha sido el de hacer de la poesía un modo de abrazo. Que le devuelvan el abrazo que da es para él, ahora, un motivo de alegría que, otra vez, a Joan Manuel Serrat le haya encontrado trabajando.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En