Manifestación anticrisis en Barcelona

CC OO y UGT rechazan el abaratamiento del despido y piden diálogo social

Barcelona vivió ayer su aperitivo de la movilización contra la crisis que los dos grandes sindicatos han convocado para el sábado de la próxima semana. Miles de personas -los organizadores contaron 20.000, y la Guardia Urbana, unas 4.500- salieron a la calle para protestar por las propuestas que plantean las patronales empresariales para hacer frente a la crisis. "La patronal (CEOE) quiere que miremos no hacia Europa, sino hacia África, a la hora de plantear las reformas", espetó el secretario general de la UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, en alusión a cuestiones como la rebaja del coste ...

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Barcelona vivió ayer su aperitivo de la movilización contra la crisis que los dos grandes sindicatos han convocado para el sábado de la próxima semana. Miles de personas -los organizadores contaron 20.000, y la Guardia Urbana, unas 4.500- salieron a la calle para protestar por las propuestas que plantean las patronales empresariales para hacer frente a la crisis. "La patronal (CEOE) quiere que miremos no hacia Europa, sino hacia África, a la hora de plantear las reformas", espetó el secretario general de la UGT de Cataluña, Josep Maria Álvarez, en alusión a cuestiones como la rebaja del coste del despido improcedente. El presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, se ha mostrado abierto a acometer una reforma laboral, pero siempre que no incluya un abaratamiento del despido.

"No estamos dispuestos a que los trabajadores sean los que paguen, de nuevo, una crisis que no han provocado", subrayó Joan Carles Gallego, secretario general de CC OO de Cataluña. El acto unitario de los dos grandes sindicatos no contó con el respaldo de otras organizaciones, como la USOC.

La manifestación de ayer fue convocada, según ambos sindicatos, con el ánimo de recalcar la necesidad de reabrir el diálogo social y de alertar de que los sindicatos no permitirán que se recorten los derechos laborales y sociales de los trabajadores con el pretexto de la crisis. "Nosotros somos más y tenemos más razones", insistió Álvarez. Ambos líderes sindicales reclamaron a la CEOE y a la catalana Fomento de Trabajo que se avengan a retomar el diálogo social.

La protesta también sirvió para reivindicar que se mantenga el impuesto de sucesiones, que grava las herencias, justo cuando el Gobierno catalán está a punto de aprobar una reforma del tributo que dejará exentos de pagarlo a casi el 95% de los actuales declarantes.

El portavoz de Economía de CiU en Parlament, Antoni Fernández Teixidó, explicó ayer que entre las 56 enmiendas que su partido presentará a la ley de medidas fiscales y financieras para ayudar a empresas y familias a combatir la crisis figura "la supresión total del impuesto de sucesiones", ante lo que llamó "vodevil del tripartito", en alusión al descuelgue de ICV de la reforma acordada por el PSC y ERC.

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