Trueba, dispuesto a pelear por su segundo Oscar

La primera vez que fue seleccionado a los Oscar, en 1994, con Belle Époque, Fernando Trueba (Madrid, 1955) volvió a casa con la estatuilla en la mano y habiendo convertido a Billy Wilder en un dios. Catorce años después, la actriz Pilar López de Ayala abrió ayer el sobre donde una papeleta desvelaba el resultado del voto de los académicos y leyó: "El baile de la Victoria, de Fernando Trueba". A pesar de ser un clásico del cine español, para Trueba es sólo su segunda selección a los premios de Hollywood. También representará a España en los Ariel, los goyas mexicanos.
...

La primera vez que fue seleccionado a los Oscar, en 1994, con Belle Époque, Fernando Trueba (Madrid, 1955) volvió a casa con la estatuilla en la mano y habiendo convertido a Billy Wilder en un dios. Catorce años después, la actriz Pilar López de Ayala abrió ayer el sobre donde una papeleta desvelaba el resultado del voto de los académicos y leyó: "El baile de la Victoria, de Fernando Trueba". A pesar de ser un clásico del cine español, para Trueba es sólo su segunda selección a los premios de Hollywood. También representará a España en los Ariel, los goyas mexicanos.

En el camino han quedado Mapa de los sonidos de Tokio, de Isabel Coixet, y Gordos, de Daniel Sánchez Arévalo. Ahora, tendrá rivales como The white ribbon, de Michael Haneke (Alemania); Un profeta, de Jacques Audiard (Francia); Baarìa, de Giuseppe Tornatore (Italia), o El secreto de sus ojos, de Juan José Campanella (Argentina), con el que Trueba comparte actor protagonista: Ricardo Darín. El cineasta nunca ha tenido pelos en la lengua, y ayer lo demostró. Una puya para sus rivales: "Está bien lo de Audiard, que es un gran director...; eso es todo lo que puedo decir de Haneke". Otra, para la orden ministerial más famosa de la historia de la cultura española, la referente a la Ley de Cine, que, entre otros artículos, creará la discriminación positiva a favor de las cineastas: "Monté mi productora en una época machista, en la que las mujeres sólo trabajaban como scripts. Yo llené los equipos de mujeres. No estoy en contra de ese artículo de la ley, pero no lo veo necesario. Ahora mismo salen más licenciadas que licenciados de las universidades españolas. Ha habido un salto en España, aunque es cierto que aún quedan injusticias, como que cobren menos las mujeres que los hombres por el mismo trabajo".

"Esta película es para el público; como todas las mías, por cierto"

Aparte, señaló, eso sí: "Está mal que diga esto, pero tengo un conocimiento un poquito superficial de la orden. Es que he estado muy liado, produciendo un disco, el del Niño Josele, que me ha ocupado tiempo en viajes, y en otras cosas distintas. Sé que se está intentando negociar y mejorar la prden, pero...".

Su El baile de la Victoria, un drama basado en la novela homónima de Antonio Skármeta, con ladrones de guante blanco, bailarinas dickensianas y un chaval que va a caballo por las calles de Santiago de Chile, tiene un mensaje político como pocas películas de Trueba. El director, siempre claro en sus convicciones políticas, nunca ha sido un Ken Loach de la pantalla, aunque ha dado muestras de su ideario en La niña de tus ojos o Belle Époque. "Dentro de que consideres mi película de aventuras o romántica, hay un gran trasfondo político que además es el generador de todo el drama. Creo que aún se acentuará más en países donde hayan sufrido una dictadura. Es cierto que la política no está subrayada, no la coloco al primer nivel del relato, pero estar, está ahí".

Después de siete años sin filmar una ficción -"En este tiempo he escrito cuatro guiones, además de trabajar en un documental y en una película de animación, Chico & Rita, junto a Javier Mariscal. Encima, enganché un guión con otro, luego revisé el anterior..."-, Trueba, divertido como siempre pero con emoción contenida, aseguró estar feliz con el recibimiento del público que vivió en San Sebastián, en su certamen de cine: "Ha sido fantástico. Yo nunca he vivido nada así", hecho que le anima ante el estreno comercial de El baile de la Victoria, el 27 de noviembre. De los varapalos de los críticos, ni pío. "Esta película es para el público. Como todas las mías, por cierto".

El 2 de febrero de 2010 la academia estadounidense leerá la lista de candidatos para la 82ª edición de sus Oscar. La gala final se celebrará el 7 de marzo. Así que llega el momento de encarar la promoción en EE UU. "No tengo tan claro eso, no dejan hacer campaña por la estatuilla. Cuando Belle Époque, hice promoción porque se estrenaba allí justo en esas fechas. Ahora aún no tengo distribuidora en EE UU. Sí, los Oscar son una carrera. Como casi cualquier cosa en la vida... para llegar al final todos al mismo sitio".