Espera serena
Es la última aventura de Vintae, empresa especializada en vinos de gama alta, con proyectos tan singulares y exclusivos como Castillo de Maetierra (Valles de Sadacia), única bodega riojana especializada en blancos, Maetierra Dominum (Rioja), De Bardos (Ribera del Duero), Monastir (Navarra), WineryArts (Ribera del Queiles). Y ahora Matsu (Toro), nombre japonés (que significa "espera serena") para un tinto reciamente español. Viene a la memoria el genio del haiku, Matsuo Basho, para quien "son lágrimas los ojos de los peces". Pureza, respeto, espera a que la naturaleza rinda su fruto; es decir, ...
Es la última aventura de Vintae, empresa especializada en vinos de gama alta, con proyectos tan singulares y exclusivos como Castillo de Maetierra (Valles de Sadacia), única bodega riojana especializada en blancos, Maetierra Dominum (Rioja), De Bardos (Ribera del Duero), Monastir (Navarra), WineryArts (Ribera del Queiles). Y ahora Matsu (Toro), nombre japonés (que significa "espera serena") para un tinto reciamente español. Viene a la memoria el genio del haiku, Matsuo Basho, para quien "son lágrimas los ojos de los peces". Pureza, respeto, espera a que la naturaleza rinda su fruto; es decir, viticultura biodinámica (sin misticismo), sostenible, expresiva y culta. Es lo que José Miguel Arambarri y Raúl Acha han tratado de plasmar en este vino, elaborado con Tinta de Toro procedente de viñedos centenarios, criado durante 16 meses en barrica nueva de roble francés, y adornado con una impactante etiqueta, obra de Bela Adler y Salvador Fresneda.
MATSU 2006
Vintae. General Vara de Rey, 7. Logroño (La Rioja). Teléfono: 941 27 12 17. Página de Internet: www.vintae.com. DO: Toro.
Tipo: Tinto crianza, 15%. Cepas: Tinta de Toro. Consumo preferente: medio plazo. Temperatura de servicio: 16° C. Precio: 15,50 euros. Puntuación: 8,9/10.
El vino ofrece directo, sin artificios, su potentísimo aroma de fruta madura (ciruela pasa, moras silvestres), en un fondo de torrefactos, tostados, cacao, especias y cedro. Corpulento, excesivamente goloso, el alcohol se embosca perfectamente en sus abundantes y jugosos taninos. No es vino para impacientes: necesita abrirse varias horas antes de ser consumido. Una gozosa espera.
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