Análisis:EL ACENTO

Dexeus sin Dexeus

Algunos personajes tienen la suerte de ver cómo la obra que han creado toma vida propia y trasciende al propio creador. El ginecólogo Santiago Dexeus i Trias de Bes es uno de esos emprendedores que ha conseguido que su apellido se convierta en marca, y que esa marca haya sido, durante muchos años, un símbolo de modernidad: en la clínica Dexeus se recetaban anticonceptivos cuando aún estaban perseguidos, allí nació el primer bebé probeta y allí han conseguido tener hijos las parejas de lesbianas, por poner sólo algunos ejemplos.

Por eso, que le echen a uno con cajas destempladas de la em...

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Algunos personajes tienen la suerte de ver cómo la obra que han creado toma vida propia y trasciende al propio creador. El ginecólogo Santiago Dexeus i Trias de Bes es uno de esos emprendedores que ha conseguido que su apellido se convierta en marca, y que esa marca haya sido, durante muchos años, un símbolo de modernidad: en la clínica Dexeus se recetaban anticonceptivos cuando aún estaban perseguidos, allí nació el primer bebé probeta y allí han conseguido tener hijos las parejas de lesbianas, por poner sólo algunos ejemplos.

Por eso, que le echen a uno con cajas destempladas de la empresa que lleva su nombre no tiene que ser nada agradable. Y mucho menos del modo en que explica que lo han echado a él: cerrando la puerta de su despacho, inhabilitando la tarjeta electrónica con la que accedía al aparcamiento, secuestrando su correspondencia y su correo electrónico, engañando a sus pacientes: "El doctor Dexeus se ha jubilado", les decían cuando llamaban para pedir hora. Pero el doctor Dexeus no quería jubilarse. Lo han jubilado a la fuerza, y en este caso, la palabra jubilación es sinónimo de expulsión.

La palabra Dexeus figura con grandes letras en el nuevo hospital que la multinacional sanitaria norteamericana USP ha levantado en Barcelona, en sustitución de la vieja clínica del paseo de la Bonanova, que se había quedado varias tallas pequeña. Pero no se precipiten en su juicio. No ha sido la multinacional la que ha echado a Santiago Dexeus. Al contrario, USP sabe bien el valor que tiene el fundador de una marca. Quienes le han echado son sus propios colegas, los otros cuatro ginecólogos socios de Consultorio Dexeus, SA. Y para ello han utilizado una arcaica cláusula de los estatutos que obliga a los socios a jubilarse a los 65 años. Una cláusula que, por cierto, nadie pidió ejecutar en el año 2000, cuando Santiago Dexeus cumplió esa edad. ¿Por qué entonces no y ahora sí? Por una cuestión de poder y de dinero. La clínica, en el nuevo hospital, vale mucho más, y cuantos menos sean, más poder y más a repartir.

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