El CSN amenaza a las eléctricas con revisar la concesión de las nucleares
El organismo insta a analizar y reforzar la seguridad de todas las centrales
El Gobierno está harto de los constantes incidentes en las centrales nucleares, concentrados en los últimos meses en Cataluña, y ayer lanzó un serio aviso al sector. "No podemos permitirnos ni un solo incidente más", afirmó el ministro de Industria, Miguel Sebastián, en Paterna (Valencia), avanzando que ha convocado a los presidentes de las eléctricas para una reunión el día 16. La advertencia del ministro vino acompañada por un severo toque de atención del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a las eléctricas. El CSN exigió mejoras e inversiones en seguridad y advirtió que tendrá en cuenta su c...
El Gobierno está harto de los constantes incidentes en las centrales nucleares, concentrados en los últimos meses en Cataluña, y ayer lanzó un serio aviso al sector. "No podemos permitirnos ni un solo incidente más", afirmó el ministro de Industria, Miguel Sebastián, en Paterna (Valencia), avanzando que ha convocado a los presidentes de las eléctricas para una reunión el día 16. La advertencia del ministro vino acompañada por un severo toque de atención del Consejo de Seguridad Nuclear (CSN) a las eléctricas. El CSN exigió mejoras e inversiones en seguridad y advirtió que tendrá en cuenta su cumplimiento para renovar el permiso de explotación de las plantas, previsto entre 2009 y 2011. La licencia de una nuclear se renueva habitualmente por diez años.
Miguel Sebastián: "No podemos permitirnos ni un incidente más"
España cuenta actualmente con seis instalaciones nucleares de las que dos (Ascó y Almaraz) disponen de dos reactores gemelos. Todas ellas agotan su permiso en ese bienio salvo la de Trillo. Tras una reunión de varias horas entre miembros del CSN y de Unesa, que agrupa a las eléctricas, el máximo organismo de seguridad nuclear emitió un comunicado sin precedentes. En él explicaba que las eléctricas se habían comprometido a realizar un análisis de cada una de las plantas y a establecer programas de mejora "para reforzar los recursos e inversiones en las áreas que se consideren necesarias, incluyendo: mantenimiento, formación de personal, análisis de experiencia operativa, renovación de equipos y dotación de plantillas". En ese contexto el CSN avisa que esos planes "serán un elemento a tener en cuenta para renovar las autorizaciones". Los informes del CSN, sin son negativos, son vinculantes para el Gobierno.
Los destinatarios del aviso tienen nombre y apellidos: Iberdrola tiene participación en siete de las centrales (Ascó, Vandellòs, Trillo, Almaraz y Cofrentes); Endesa, en cinco (las tres catalanas y las dos de Almaraz); Unión Fenosa, en cuatro (las dos de Almaraz, Trillo y José Cabrera, aunque ésta última en fase clausura); Hidroeléctrica del Cantábrico Nuclear, en Trillo y Nuclenor en Santa María de Garoña y Trillo.
La presión a las eléctricas se fraguó a primera hora de la mañana cuando Sebastián se entrevistó con Carmen Martínez Ten, la presidenta del CSN, a la que instó a exigir más seguridad a las nucleares tras episodios como la fuga de partículas radiactivas de Ascó o el incendio en Vandellòs. Sebastián trasladó a Martínez Ten la "preocupación" del Gobierno por la frecuencia de los incidentes y ambos coincidieron, según un comunicado del ministerio, en la "conveniencia de reforzar el buen funcionamiento y la seguridad". Más tarde, se celebró la reunión del CSN con Unesa y, ya en Valencia, el ministro fue contundente.
Sebastián avanzó que el próximo día 12 se abrirá el expediente a Endesa por el último incidente en la central de Ascó (la sanción estará entre 9 millones y 22,5 millones de euros). El ministro admitió que este tipo de expedientes se pueden alargar en el tiempo, como ocurrió con la sanción impuesta por la Generalitat a Endesa que, por las alegaciones de la empresa, se ha demorado un año. "Nosostros no vamos a tardar tanto. Se resolverá en un tiempo récord de seis meses", dijo. La Generalitat catalana ha asociado el rosario de averías en Ascó y Vandellòs a la falta de inversión en mantenimiento y al recorte de plantillas