La refinería de Extremadura

Debido al silencio de los medios de comunicación mayoritarios ante el atropello que sufre la población extremeña respecto al proyecto de una refinería en Tierra de Barros, en dos ocasiones he recurrido a su periódico para que por lo menos, en estas líneas, se lea una opinión diferente al respecto. En esas ocasiones he criticado a la Junta de Extremadura por intentar imponer este proyecto a los ciudadanos, por silenciar a los medios y negarse a un debate público y abierto sobre el tema.

Ahora me toca destapar el doble discurso de nuestro abanderado del cambio climático: el señor Rodrígue...

Debido al silencio de los medios de comunicación mayoritarios ante el atropello que sufre la población extremeña respecto al proyecto de una refinería en Tierra de Barros, en dos ocasiones he recurrido a su periódico para que por lo menos, en estas líneas, se lea una opinión diferente al respecto. En esas ocasiones he criticado a la Junta de Extremadura por intentar imponer este proyecto a los ciudadanos, por silenciar a los medios y negarse a un debate público y abierto sobre el tema.

Ahora me toca destapar el doble discurso de nuestro abanderado del cambio climático: el señor Rodríguez Zapatero. Mientras se pasea por el mundo dando lecciones de cómo reducir las emisiones de CO2, en Extremadura grita a pleno pulmón que apoyará este proyecto. Les estoy hablando de una refinería de petróleo en medio del corazón de Extremadura, un proyecto que incluye un oleoducto que conduzca el crudo desde el puerto de Huelva hasta Villafranca de los Barros atravesando la sierra de Aracena y el parque natural de los Picos de Aroche.

¿Cómo se puede defender la lucha contra el cambio climático, el desarrollo sostenible y el respeto al medio ambiente gritando a su vez que se apoya la construcción de una refinería de interior? Yo sólo encuentro una razón: intereses políticos y económicos astronómicos unidos a una ética política y personal que deja mucho que desear.