Cartas al director

Respuesta de la OEA

Con estupor e indignación, he leído en EL PAÍS del 12 de marzo una información firmada por la enviada especial de su diario a Bogotá, Maite Rico. En ella se consignan las supuestas declaraciones de un presunto funcionario de la Organización de Estados Americanos en un párrafo que debo citar completo por el indebido manejo que se hace del nombre de nuestro organismo, en momentos en que la Secretaría General y el Consejo Permanente de la OEA realizan enormes esfuerzos por ayudar a superar la crisis que han vivido dos de sus Estados miembros. La señora Maite Rico escribe: "Los guerrilleros se mue...

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Con estupor e indignación, he leído en EL PAÍS del 12 de marzo una información firmada por la enviada especial de su diario a Bogotá, Maite Rico. En ella se consignan las supuestas declaraciones de un presunto funcionario de la Organización de Estados Americanos en un párrafo que debo citar completo por el indebido manejo que se hace del nombre de nuestro organismo, en momentos en que la Secretaría General y el Consejo Permanente de la OEA realizan enormes esfuerzos por ayudar a superar la crisis que han vivido dos de sus Estados miembros. La señora Maite Rico escribe: "Los guerrilleros se mueven por el norte de Ecuador en camionetas, como ha constatado un funcionario de la Organización de Estados Americanos, que expresaba en privado el desconcierto que le provocó cruzarse en corredores del área fronteriza con miembros de las FARC perfectamente pertrechados".

Estoy en condiciones de asegurar a usted que tal afirmación es absolutamente falsa, ya que la OEA no tiene ni misiones especiales ni funcionarios de ningún nivel desplegados en la frontera norte de Ecuador, por lo que resulta imposible que algún funcionario de esta organización haya formulado tal declaración. Hemos consultado a los representantes de la organización en Quito y Bogotá y ninguno de ellos ha hecho declaraciones ni tenido contacto con la señora Rico.

En este contexto, es cuando menos sorprendente que un diario del prestigio del que usted dirige incurra en un error de esta categoría, que atenta contra la verdad, afecta el prestigio de un Gobierno y perjudica la gestión conciliadora de nuestra organización.

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