"El médico no tiene mi historia y nadie se la sube"

Juan Manuel Serrano trata de ponerle buena cara al mal tiempo. Ya es la segunda vez que intenta conseguir una cita para una prueba diagnóstica en el centro de salud vitoriano de San Martín y se va con las manos vacías. "Ayer [por el miércoles] fui al centro y tenían los ordenadores estropeados. Hoy [por ayer] me dicen que están de huelga. ¿Y mañana? ¿Hay algo para mañana?", le pregunta al periodista.

"Es un transtorno", añade. "Estoy trabajando y me tengo que pasar por aquí y total para nada". Cuando se le pregunta si sabía que había huelga y si conoce las reivindicaciones de los trabaj...

Juan Manuel Serrano trata de ponerle buena cara al mal tiempo. Ya es la segunda vez que intenta conseguir una cita para una prueba diagnóstica en el centro de salud vitoriano de San Martín y se va con las manos vacías. "Ayer [por el miércoles] fui al centro y tenían los ordenadores estropeados. Hoy [por ayer] me dicen que están de huelga. ¿Y mañana? ¿Hay algo para mañana?", le pregunta al periodista.

"Es un transtorno", añade. "Estoy trabajando y me tengo que pasar por aquí y total para nada". Cuando se le pregunta si sabía que había huelga y si conoce las reivindicaciones de los trabajadores, se encoge de hombros: "No tengo ni idea de lo que piden los trabajadores".

Ésta es la respuesta más habitual cuando se pregunta a los pacientes que acuden a los centros de salud y hospitales de la capital alavesa. "Me imagino que lo que querrán es más dinero, pero la verdad es que no se lo que reivindican", apunta Josefa Hernández, quien no tiene queja del servicio.

Otro común denominador de la jornada de ayer fue que la mayoría de los pacientes fueron atendidos sin mayores novedades. ¿Todos? Casi todos, porque algunos como Adela Yagüez, de 70 años, se subía por las paredes cuando salía del Hospital de Txagorritxu. "Me llamaron ayer [el miércoles] para decirme que se mantenía la cita con el anestesista para preparar el preoperatorio. Resulta que vengo y dice el médico que no tiene el historial y que nadie se lo sube porque el personal está de huelga". En esa tesitura, Adela no tuvo más remedio que marcharse. La operación sigue programada para el próximo miércoles. "No sé lo que va a pasar. Aquí parece que no se entera nadie de nada", dice con enojo su hija, quien le ha acompañado a la consulta. "¿Reivindicaciones de los trabajadores? Mire, no se lo que piden, pero sí se que me tienen que operar", se despide Adela.