Un alto cargo no aclara si el solar de Carrefour sigue contaminado

Un alto cargo de Medio Ambiente no aclaró ayer si una zona que albergó lindane en Erandio, donde actualmente se asienta el centro comercial Carrefour, sigue presentando restos de contaminación. Un informe del Instituto Nacional de Toxicología concluyó en 2006 que todas las muestras de tierra analizadas allí contenían arsénico, cadmio, níquel, plomo, cadmio y zinc en concentraciones que pueden implicar "un riesgo inaceptable para la salud humana".

Tomás Epalza, director de Calidad Ambiental del Gobierno entre 1995 y 2005 y ahora responsable de la Agencia Vasca del Agua, declaró ayer como...

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Un alto cargo de Medio Ambiente no aclaró ayer si una zona que albergó lindane en Erandio, donde actualmente se asienta el centro comercial Carrefour, sigue presentando restos de contaminación. Un informe del Instituto Nacional de Toxicología concluyó en 2006 que todas las muestras de tierra analizadas allí contenían arsénico, cadmio, níquel, plomo, cadmio y zinc en concentraciones que pueden implicar "un riesgo inaceptable para la salud humana".

Tomás Epalza, director de Calidad Ambiental del Gobierno entre 1995 y 2005 y ahora responsable de la Agencia Vasca del Agua, declaró ayer como imputado en la denuncia del grupo Luir Maitea sobre la contaminación del suelo donde se ubica Carrefour en Erandio. La demanda señala que en esta zona se almacenaron desechos peligrosos entre 1995 y 2002, cuando se trasladaron al gran depósito de lindane de Barakaldo, que se filtraron al río Asua. El caso está ahora en el Juzgado de Instrucción número 7 de Bilbao, que también mantiene como imputados al actual alcalde de Erandio, su antecesor y un técnico del Ayuntamiento.

Epalza declaró primero que desconocía si había otro tipo de residuos, "ignorando si eran tóxicos o no". Más tarde, tras ser inquirido si la zona está descontaminada, señaló que no quedó nada de lindane, "lo que no quiere decir que queden restos de otros materiales, que pueden ser o no contaminantes".

El alto cargo afirmó desconocer un informe del Departamento de Sanidad que se mostraba contrario al almacenamiento de lindane junto al centro comercial y rechazó, como esgrime Lur Maitea, la necesidad de que existiese un informe de impacto ambiental: "Estamos hablando de un depósito temporal". Epalza se mostró visiblemente molesto con el interrogatorio de los demandantes y se negó a contestar a varias preguntas sobre la paralización de las obras en el almacén dictada por el Ayuntamiento de Erandio en 1995 o si compareció en el Parlamento sobre esta cuestión.

En su declaración afirmó que se realizó un control de este depósito y que se impusieron un total de 33 medidas correctoras, cuyo cumplimiento fue certificado por "Esther Larrañaga, viceconsejera de Medio Ambiente [ahora es la consejera], entre otras personas".

El pasado lunes, también declararon los otros tres imputados. Tanto el actual alcalde de Erandio, el peneuvista Mikel Arieta-Araunabeña, como su antecesor, su correligionario Gotzon Fano, y el técnico municipal de Medio Ambiente Jesús González Flores negaron haber cometido irregularidades y aseguraron que se limitaron a trasladar los expedientes al Gobierno vasco.

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Agregaron que Medio Ambiente les comunicó que no se requería ningún estudio de impacto para la existencia del almacenamiento de lindane.

Tres litigios abiertos por el lindane

- Además de la causa relativa a Erandio, el Juzgado de Instrucción número 1 de Barakaldo investiga otro delito contra el medio ambiente por el almacenamiento en una nave abandonada de la empresa Babcock, en Sestao, de 3.500 grandes sacos con lindane entre 1995 y 2001.

- El juzgado número 2 de Barakaldo tiene abiertas diligencias sobre la planta construida por el Gobierno vasco para eliminar 5.000 toneladas de lindane puro, una de las tres grandes infraestructuras acometidas por Medio Ambiente para neutralizar el problema de estos residuos tóxicos.

- La tercera demanda, en el Juzgado de Instrucción número 4 de Barakaldo, aborda la contaminación en los terrenos que ocupó la empresa Plastificantes de Lutxana (cerrada en 2004 al no poder cumplir las exigencias del Departamento de Medio Ambiente), donde se prevén construir 700 viviendas.

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