Cuestión de matices
A principios de enero, Hugo Chávez pidió a la comunidad internacional que se sacase a las FARC de la lista internacional de grupos guerrilleros porque, a juicio del presidente de Venezuela, tienen un proyecto político. Ese día, a más de uno se le erizó el vello del brazo: por miedo. Mientras que Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, aplaudía la petición, el colombiano Álvaro Uribe, tembloroso, miraba a Europa. Hace dos días, la historia sufrió un forzoso envés. Una nueva petición global. En este caso de repulsa, de rechazo y hastío. Entre 15 y 20 millones de personas salieron a las calles de...
A principios de enero, Hugo Chávez pidió a la comunidad internacional que se sacase a las FARC de la lista internacional de grupos guerrilleros porque, a juicio del presidente de Venezuela, tienen un proyecto político. Ese día, a más de uno se le erizó el vello del brazo: por miedo. Mientras que Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, aplaudía la petición, el colombiano Álvaro Uribe, tembloroso, miraba a Europa. Hace dos días, la historia sufrió un forzoso envés. Una nueva petición global. En este caso de repulsa, de rechazo y hastío. Entre 15 y 20 millones de personas salieron a las calles del mundo: "No más FARC", "No más secuestros", "No más mentiras y terrorismo". En este caso, a más de uno se le erizó el vello del brazo: porque, a pesar del chavismo, se sigue respirando libertad.