Salgot cuenta una historia de soledad
El director se sirve del alzhéimer para construir un drama íntimo
Josep Antoni Salgot presentó ayer en Sevilla My way, un drama intimista "que lucha contra la sociedad de la apariencia y tiene vocación de contar alguna pequeña verdad", en palabras de su director. Una cinta marcada por la soledad, por la incomunicación de los personajes. Salgot vuelve al cine tras siete años con este filme, que se estrena el viernes en toda España, y que es "una especie de segunda parte de Mater amatisima, aunque no tenga nada que ver con ella", como él dice refiriéndose a la película que le dio fama en festivales internacionales en 1979.
"Estaba escribie...
Josep Antoni Salgot presentó ayer en Sevilla My way, un drama intimista "que lucha contra la sociedad de la apariencia y tiene vocación de contar alguna pequeña verdad", en palabras de su director. Una cinta marcada por la soledad, por la incomunicación de los personajes. Salgot vuelve al cine tras siete años con este filme, que se estrena el viernes en toda España, y que es "una especie de segunda parte de Mater amatisima, aunque no tenga nada que ver con ella", como él dice refiriéndose a la película que le dio fama en festivales internacionales en 1979.
"Estaba escribiendo un guión sobre la soledad en la que vivimos, cuando a mi padre le diagnosticaron alzhéimer; eso hizo que me lo replanteara todo. Trata de un narcotraficante que quiere dejar el negocio y llevar una vida normal con su familia y que de repente acoge en su casa a su padre con alzhéimer", explica el director, quien ha contado con el veterano Joan Dalmau, de 82 años, para interpretar al padre del narco, y con Silvia Marsó y Jordi Sánchez, entre otros.
La revelación en esta película, realista y con vocación poética, es el actor argentino Ariel Casas, para quien éste es su primer papel protagonista.