El Gobierno bloquea las agendas de ministros y diputados para salvar los Presupuestos

El PSOE ha tocado a rebato. El próximo día 20, jueves, todos sus diputados deben estar en sus escaños votando la ley de Presupuestos Generales del Estado para 2008, y confiar en que el resto de grupos que apoyan las cuentas hagan lo propio. Los viajes quedan congelados; las agendas de ese día, bloqueadas. La diferencia con los partidarios del "no" es mínima -en este momento, sólo cinco votos-; y de que esa ley salga adelante depende que se mantenga o no mucho de lo prometido para el año próximo: ayudas a la dependencia, al alquiler y a la natalidad, 1.800 millones de más para Cataluña.....

El PSOE ha tocado a rebato. El próximo día 20, jueves, todos sus diputados deben estar en sus escaños votando la ley de Presupuestos Generales del Estado para 2008, y confiar en que el resto de grupos que apoyan las cuentas hagan lo propio. Los viajes quedan congelados; las agendas de ese día, bloqueadas. La diferencia con los partidarios del "no" es mínima -en este momento, sólo cinco votos-; y de que esa ley salga adelante depende que se mantenga o no mucho de lo prometido para el año próximo: ayudas a la dependencia, al alquiler y a la natalidad, 1.800 millones de más para Cataluña... El Gobierno se la juega.

Al final va a depender de la izquierda y del PNV -y no de los nacionalistas catalanes, que han dado la espalda al PSOE- que se salven las últimas cuentas de José Luis Rodríguez Zapatero. Los grupos de CiU y ERC han provocado con su veto en el Senado que, de nuevo, este jueves deba votarse en el Congreso la ley más importante, la de Presupuestos. La que decide cuánto dinero se gasta a lo largo del año y en qué. Con ello, han logrado que vuelva a vivirse en las filas socialistas una situación de máxima tensión: el Gobierno no respirará tranquilo hasta constatar que el marcador arroja el resultado de, al menos, 176 votos a favor de los Presupuestos; es decir, mayoría absoluta.

La decisión de IU-ICV de conceder el "sí" -ante el riesgo de perder las partidas en políticas sociales que había conseguido en su negociación con el Gobierno- ha dado un giro favorable a la situación. Aun así, todo depende de que los respectivos grupos consigan movilizar a toda su gente, porque la diferencia estriba en sólo cinco votos.

Máxima prioridad

El equipo de Rodríguez Zapatero ha pedido a los ministros que son diputados que "bloqueen" sus agendas para ese día. Los parlamentarios socialistas tienen la misma llamada de urgencia, según fuentes del PSOE. Se les ha dicho que la prioridad es salvar los presupuestos; y, después, "explicarlos" para ganar las elecciones de marzo.

Si la ley no fuera aprobada, habría que prorrogar las cuentas que han regido este año, con el mismo dinero para cada partida y, por tanto, sin el 7% más de gasto previsto. Las infraestructuras y las políticas sociales serían las áreas más castigadas.

En el Grupo Socialista se asegura que los diputados están en alerta máxima desde hace semanas y que todos saben que deben estar el jueves en sus escaños. En la votación anterior, la que rechazó las enmiendas a la totalidad el 14 de noviembre, hubo nervios y mucha tensión: al final, sólo tres votos impidieron que los Presupuestos fueran devueltos al Gobierno. Ahora, tras el veto del Senado, se da la misma situación, con el agravante de que se requiere mayoría absoluta: 176 votos.

La labor de los últimos días de la dirección del Grupo Socialista, con Diego López Garrido a la cabeza, ha dado su fruto. Tanto él como Teresa Cunillera, Francisco Fernández Marugán y Julio Villarrubia han desplegado todos sus recursos para convencer a los partidos que les han apoyado durante la legislatura del perjuicio que se causaría a los ciudadanos si los Presupuestos no salieran aprobados.

A esos requerimientos han dado la espalda CiU y ERC. Al PP no se le ha consultado porque su "no" está garantizado en ese caso. Han vuelto a dar el sí los siete diputados del PNV (el PSOE apoyó también las cuentas del País Vasco), los dos del BNG, José Antonio Labordeta (Chunta) y dos parlamentarios tránsfugas: el canario Román Rodríguez y el ex diputado del PP Joaquín Calomarde. Pero lo determinante política y numéricamente ha sido la decisión del grupo de Gaspar Llamazares y Joan Herrera, IU-ICV, de apoyar con sus cinco votos estos Presupuestos. Total: 181 votos, cinco más de los necesarios. Eso, si todos asisten a la votación.

IU-ICV, sin entusiasmo

Llamazares y Herrera han explicado que no tienen ningún entusiasmo por los últimos Presupuestos del Gobierno socialista en esta legislatura. Pero consideran que, si esta ley no sale, todo lo conseguido en políticas sociales a propuesta suya se iría por la borda. Así, al proyecto inicial se han añadido, a través de enmiendas de IU-ICV, algo más de 180 millones de euros en políticas sociales, incluidos 100 millones para guarderías públicas.

El voto afirmativo de IU-ICV tranquiliza, en parte, a la mayoría socialista y hace más patente su malestar hacia el comportamiento de CiU y ERC. Los responsables de CiU recuerdan que sólo se opuso a la sección de Vivienda. Pero ocurre que, por reglamento, el veto a una sección supone el rechazo a todos los Presupuestos, y por eso en el Congreso hay que volver a someter la ley entera a votación.

Lo más paradójico es que, con su actuación, CiU ha bloqueado también sus propios acuerdos en materia de infraestructuras derivados del nuevo Estatut: el Presupuesto de 2008 recogía una partida para inversiones en Cataluña de 4.200 millones (incluyendo 800 millones que mejoraban lo invertido en 2007). Si la ley no sale, el Gobierno catalán contará sólo con los 3.000 millones de este año.

También están en el aire las nuevas medidas fiscales, todas las inversiones del Estado, el cheque-bebé, la ayudas para las familias monoparentales y de rentas bajas, y las directas para el alquiler. Diego López Garrido, portavoz socialista, afirma: "Si no hubiera elecciones dentro de 80 días, los grupos que hoy no apoyan estos presupuestos lo harían sin el menor reparo".