Análisis:

Aprendiendo del pasado

La evolución de los precios del pollo, por su importancia en la cesta de la compra -con una demanda media de más de 23 kilos por persona y año- y por ser además la carne más barata, es especialmente sensible tanto para los consumidores como para las Administraciones. Ese interés social es asumido por el propio sector: para evitar denuncias de pactos de precios como en el pasado, las empresas mantienen una política de producción enfocada a lograr un equilibrio entre oferta y demanda.

Frente a lo que sucede en otros sectores ganaderos como el vacuno, el porcino o la carne deconejo, donde ...

Suscríbete para seguir leyendo

Lee sin límites

La evolución de los precios del pollo, por su importancia en la cesta de la compra -con una demanda media de más de 23 kilos por persona y año- y por ser además la carne más barata, es especialmente sensible tanto para los consumidores como para las Administraciones. Ese interés social es asumido por el propio sector: para evitar denuncias de pactos de precios como en el pasado, las empresas mantienen una política de producción enfocada a lograr un equilibrio entre oferta y demanda.

Frente a lo que sucede en otros sectores ganaderos como el vacuno, el porcino o la carne deconejo, donde la subida de los precios de los cereales coincide con la cotización de la carne a la baja, a los productores de pollo las cotizaciones de los piensos les están permitiendo producir con rentabilidad. Un kilo de pollo vivo les cuesta un euro, frente a un precio de venta de 1,3-1,4 euros por kilo en las últimas semanas.

Más información

La subida de los precios del pollo hasta el pasado mes de octubre tiene un fuerte componente coyuntural ante la mayor demanda y las cotizaciones elevadas ya tradicionales de los meses de verano. Este año se han extendido hasta bien entrado el otoño. Pero, por las mismas razones, a partir de este momento ya se han iniciado las rebajas, que pueden seguir en las próximas semanas.

Crisis aviar

El comportamiento alcista de las cotizaciones en los últimos meses es preciso analizarlo igualmente en el marco de la evolución de los mercados en los últimos dos años. En 2005, el sector sufrió una grave crisis por la gripe aviar. Ello se tradujo en elevadas pérdidas de las empresas, con ayudas comunitarias para eliminar huevos de cría y animales reproductores. Tanto en 2005 como en menor medida en 2006, los precios tuvieron un comportamiento negativo o discreto, por lo que la subida actual parte de precios bajos.

Tras la crisis de los años precedentes, el sector ha incrementado de forma prudente su oferta ante su gran capacidad para autorregularse, al ser pocas las empresas que pueden dominar el mercado. Sin necesidad de viejos pactos, el sector ha evitado caer en situaciones de excedentes y mantener así la rentabilidad. A favor de los productores de pollo está jugando igualmente el incremento de la demanda en los últimos años, especialmente por la inmigración, al tratarse de una carne barata. El periodo de cría de animales para ajustar la demanda es de 60 días.

Archivado En