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Más apoyo para las investigadoras

La Junta de Andalucía también hace referencia al impulso de la presencia femenina en los ámbitos investigadores dentro de su modelo de financiación universitaria. En concreto, el plan propone superar el 20% de representación dentro del sector, un objetivo que viene incentivado con un 0,5% del presupuesto de 105 millones destinado a potenciar políticas de género.

Según las últimas cifras de la Consejería de Innovación, del total del personal investigador en Andalucía en 2005 -9.804 personas estuvieron empleadas en el sector universitario (52,1%), 4.896 en el sector privado (26,1%) y 4.10...

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La Junta de Andalucía también hace referencia al impulso de la presencia femenina en los ámbitos investigadores dentro de su modelo de financiación universitaria. En concreto, el plan propone superar el 20% de representación dentro del sector, un objetivo que viene incentivado con un 0,5% del presupuesto de 105 millones destinado a potenciar políticas de género.

Según las últimas cifras de la Consejería de Innovación, del total del personal investigador en Andalucía en 2005 -9.804 personas estuvieron empleadas en el sector universitario (52,1%), 4.896 en el sector privado (26,1%) y 4.103 en administraciones públicas (21,8)-, el 37,8% es femenino. En concreto, en el ámbito universitario andaluz, de 15.913 profesores, 10.624 son hombres y 5.289 mujeres. En el caso de los investigadores, la situación es más paritaria: de 710 investigadores contratados en las universidades públicas andaluzas, 375 son hombres y 335 mujeres. Estas cifras, que sitúan a Andalucía en la media nacional de empleo femenino dentro del sector investigador, constituyen un incremento de un 20% con respecto a ejercicios anteriores.

Ante esta situación y con medidas de apoyo desde la Administración, la perspectiva sólo puede ser positiva; sin embargo, todavía existen diferencias entre el hombre y la mujer en el terreno laboral y de la investigación que posicionan a ésta con desventaja para desarrollar una carrera investigadora completa.

Traslado

El problema subyace en que el doctor o investigador, generalmente, debe salir de su lugar de residencia durante un periodo para incrementar y mejorar su formación. Muchas mujeres se encuentran con ataduras ante esta situación, debido a su condición de madres o cuidadoras, y se ven obligadas a elegir entre su desarrollo profesional y su vida privada, algo que, por lo general, no ocurre de igual modo en los hombres.

Ante esto, el rector de la Universidad Pablo de Olavide, de Sevilla, Juan Jiménez, propone una solución: "La carrera académica es dura para la mujer, especialmente por razones relacionadas con su propia naturaleza, pues en muchos casos es también madre. Esto hace que sea difícil prescindir de ella en el ámbito familiar. Por ello, hay que buscar soluciones como dar la posibilidad de que realicen visitas periódicas a otros centros o que hagan su formación específica en centros cercanos de alto nivel, pues ya no hay que irse a Harvard a formarse, ya que tenemos muy buenas universidades aquí", afirma Jiménez.

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Otra de las causas que alejan a las mujeres de los cargos de responsabilidad en la investigación podría deberse, según la rectora de la Universidad de Málaga, Adelaida Alcaide, a que éstas no suelen tener intenciones directivas, sino que prefieren dedicarse exclusivamente a la investigación.

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