El amigo americano
El estadounidense Garrick Ohlsson (White Plains, Nueva York, 1948) es un pianista que impone por su manera de tocar, con una energía contagiosa y una enorme atención a la clarificación de las arquitecturas musicales. Es un pianista poderoso, compacto en el terreno conceptual, brillante cuando la forma invita a ello. Y tiene dotes de doctor, porque consiguió que desapareciese el habitual concierto de toses paralelo, y se escuchasen, al fin, los silencios incluso en las pausas entre movimientos. Algo tiene este amigo americano, de sonrisa cálida, que convocó a la flor y nata de la profesi...
El estadounidense Garrick Ohlsson (White Plains, Nueva York, 1948) es un pianista que impone por su manera de tocar, con una energía contagiosa y una enorme atención a la clarificación de las arquitecturas musicales. Es un pianista poderoso, compacto en el terreno conceptual, brillante cuando la forma invita a ello. Y tiene dotes de doctor, porque consiguió que desapareciese el habitual concierto de toses paralelo, y se escuchasen, al fin, los silencios incluso en las pausas entre movimientos. Algo tiene este amigo americano, de sonrisa cálida, que convocó a la flor y nata de la profesión pianística española, desde el inmenso Josep Colom hasta el estupendo Javier Perianes.
Ohlsson no es conocido en Europa a la altura de su categoría artística. En el circuito americano se le adora, y no es para menos, pues es amigo de meterse en aventuras musicales de riesgo. Incluso su abundante producción discográfica ha sido en muchas ocasiones realizada en sellos minoritarios. Su Beethoven fue impoluto; su Brahms, rotundo, y su Chopin, arrollador, con el público ya al final puesto en pie.
XII Ciclo de Grandes Intérpretes
Obras de Beethoven, Brahms y Chopin. Organizado por Fundación Scherzo y patrocinado por EL PAÍS. Auditorio Nacional, 5 de junio.