Bolivia envía al Ejército a proteger un yacimiento de Repsol
Temor a que una protesta en el campo de gas pare la producción
El Ejército boliviano se desplegó ayer en el campo de gas de Margarita donde operan la petrolera española Repsol y la brasileña Petrobras para impedir que una masiva protesta de los habitantes de la zona interrumpa la producción. El gas que se explota en Campo Margarita, situado al sur del país a 1.100 kilómetros de La Paz, es fundamental para garantizar el suministro a Brasil y Argentina, así como para el consumo interno del país andino.
El Gobierno de Morales ha optado por enviar el Ejército a las instalaciones de las energéticas extranjeras ante el agravamiento del conflicto entre do...
El Ejército boliviano se desplegó ayer en el campo de gas de Margarita donde operan la petrolera española Repsol y la brasileña Petrobras para impedir que una masiva protesta de los habitantes de la zona interrumpa la producción. El gas que se explota en Campo Margarita, situado al sur del país a 1.100 kilómetros de La Paz, es fundamental para garantizar el suministro a Brasil y Argentina, así como para el consumo interno del país andino.
El Gobierno de Morales ha optado por enviar el Ejército a las instalaciones de las energéticas extranjeras ante el agravamiento del conflicto entre dos provincias de la región de Tarija -muy rica en yacimientos- que se disputan el control del campo.
La cuestión no es menor. La provincia que controle el campo recibirá al año unos 73 millones de euros por regalías, según dicta la nueva Ley de Hidrocarburos. Los vecinos que protestan son los de Gran Chaco. Ellos se niegan a que las autoridades de Tarija resuelvan la disputa por temor a que emitan una resolución favorable a la provincia rival de O'Connor.
El conflicto afecta, además, a la anglo-holandesa Shell, cuyas instalaciones de Trasredes han sido amenazadas. El comité ciudadano de movilizaciones había anunciado que una vez tomadas las plantas los manifestantes cerrarían las llaves de paso que permiten el paso del gas y su exportación. Ante esta amenaza, La Paz ha enviado tropas.
La crisis se ha producido mientras el presidente de Bolivia, Evo Morales, asistía en Margarita (Venezuela) a la I Cumbre Energética de Suramérica. El gas boliviano es clave en la economía regional. Brasil importa de Bolivia el 50% del gas que consume, mientras que Argentina, con un déficit energético notable, depende de esta materia prima para su industria.
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