Cuarto aniversario de la guerra de Irak

Bush pide paciencia y cree que aún puede ganar la guerra

Un 65% de los estadounidenses considera que la mejor opción es la retirada de las tropas

El presidente estadounidense, George W. Bush, el principal responsable de la guerra de Irak y, cuatro años después, uno de los pocos que aún la consideran ganable, pidió ayer paciencia a los ciudadanos para que sigan soportando meses difíciles, prudencia a los legisladores para no forzar una retirada precipitada y confianza a todos en que su nueva estrategia, que incluye el envío de otros 21.000 soldados, alcanzará, finalmente, el éxito.

En un discurso al país con motivo del inicio del quinto año de guerra, Bush pidió primero, y a pesar de las casi 3.200 vidas de sus compatriotas que ya...

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El presidente estadounidense, George W. Bush, el principal responsable de la guerra de Irak y, cuatro años después, uno de los pocos que aún la consideran ganable, pidió ayer paciencia a los ciudadanos para que sigan soportando meses difíciles, prudencia a los legisladores para no forzar una retirada precipitada y confianza a todos en que su nueva estrategia, que incluye el envío de otros 21.000 soldados, alcanzará, finalmente, el éxito.

"Si nos vamos, los terroristas harán de Irak un nuevo Afganistán", afirma el presidente El senador demócrata Barak Obama asegura que "es hora de que las tropas vuelvan a casa"
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En un discurso al país con motivo del inicio del quinto año de guerra, Bush pidió primero, y a pesar de las casi 3.200 vidas de sus compatriotas que ya se han perdido, paciencia: "Nuestra nueva estrategia se encuentra sólo en sus primeras etapas; llevará meses, no días ni semanas, obtener resultados. Hace falta más tiempo, durante el que tendremos días buenos y días malos".

Segundo, prudencia: "Es tentadora la posibilidad de querer irse a casa. Eso podría satisfacernos a corto plazo, pero las consecuencias pueden ser devastadoras. Si nos vamos, la violencia se extenderá a toda la región, y los terroristas harán de Irak un nuevo Afganistán. Y entonces estaremos en riesgo de vivir otro 11-S".

Por último, confianza: "Cuatro años después del inicio de la guerra, creo que podemos ganarla. Se han visto algunos avances, los iraquíes han votado, estamos empezando a asegurar la capital, el Gobierno está tomando control de más zonas del país cada día. El general Petraeus

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[David Petraeus, jefe militar en Irak desde el mes pasado] confía en sacar adelante el reto más grande de sus 30 años de carrera".

Frente a las palabras de Bush, una nación ya aturdida por los ecos de Vietnam cuenta los días para que esta pesadilla acabe. Sólo un 32% sigue creyendo en esta guerra, según una encuesta publicada ayer por la cadena CNN. Un 65% considera que la mejor opción es la retirada. Ese estado de ánimo se ha visto sólo parcialmente reflejado este fin de semana en manifestaciones contra la guerra en las principales ciudades estadounidenses. Pero su resonancia mayor se siente en el Capitolio, donde los congresistas avanzan en una vía de presión legislativa contra la política de la Casa Blanca que podría llegar hasta la congelación de fondos para la guerra.

Ya la semana pasada, un comité de la Cámara de Representantes que estudiaba el presupuesto de emergencia para Irak introdujo como condición para su aprobación la del inicio obligatorio de la retirada en septiembre de 2008. Es una pequeña etapa de un complejo proceso legislativo, pero es un claro mensaje de que Bush tendrá que manejar en adelante esta guerra de forma más consensuada.

El senador demócrata Joseph Biden advirtió ayer de que "la estrategia conducida hasta ahora se ha demostrado claramente fallida", mientras que el senador Barak Obama aseguró que "es hora de que las tropas vuelvan a casa". El senador republicano Chuck Hagel, veterano de Vietnam, denunció: "Esta Administración ha ignorado cada pregunta que le hemos hecho. Se nos aseguró que ellos sabían lo que estaban haciendo. Lo mismo nos dijeron en Vietnam. El mismo error".

Otro veterano de Vietnam, el también senador republicano John McCain, es uno de los más convencidos partidarios de la nueva estrategia de la casa Blanca, y ayer pidió nuevamente que se le dé una oportunidad. "Irak es duro", dijo, "difícil, frustrante, deprimente. Esta guerra ha sido muy mal planificada, pero ahora tenemos una nueva estrategia y un nuevo general al frente, y creo sinceramente que vamos a triunfar".

Esa nueva estrategia sólo podrá ser plenamente ejecutada una vez que todas las tropas de refuerzo estén ya operativas, lo que no ocurrirá antes de mayo. Pero, puestos a entender el optimismo de McCain, algunas de las ideas del general Petraeus se están ya poniendo en marcha con relativo éxito. Casi la mitad de las 45 estaciones permanentes de seguridad que tienen que establecerse en los barrios más conflictivos de Bagdad ya han sido instaladas. El Ejército iraquí entrenado por los estadounidenses ha crecido de 13 a 22 batallones (unos 15.000 soldados), y en un par de semanas se han localizado y destruido varios centros de almacenamiento de armas y explosivos. Todo esto, por supuesto, por poner una pizca de esperanza en un aniversario en el que, por lo demás, lo que más preocupa en Washington es que ya parece inevitable que el próximo presidente herede el caos generado por el actual.

Fuente: Encuesta USA TODAY / ABC News / BBC / ARD. Departamento de defensa de EE UU. NYT.EL PAÍS

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