Los vuelos baratos e Internet elevan el número de turistas, pero éstos gastan menos
La cantidad de visitantes rusos se ha duplicado en Barcelona en sólo dos años
Vienen más turistas, pero gastan menos que antes, algunos porque pasan menos días en la ciudad y otros porque encarnan el llamado turismo de mochila, de menos recursos. Hoteleros y guías turísticos llevan tiempo haciendo este comentario y ahora un estudio de Caixa Catalunya revela que mientras que la llegada de turistas a España creció el 4,5% el año pasado, los ingresos avanzaron menos de un punto, el 0,9%, por el auge de los vuelos baratos y del uso de Internet, que reduce los costes. En Barcelona, los turistas rusos se han duplicado en dos años.
El informe de Caixa Catalunya n...
Vienen más turistas, pero gastan menos que antes, algunos porque pasan menos días en la ciudad y otros porque encarnan el llamado turismo de mochila, de menos recursos. Hoteleros y guías turísticos llevan tiempo haciendo este comentario y ahora un estudio de Caixa Catalunya revela que mientras que la llegada de turistas a España creció el 4,5% el año pasado, los ingresos avanzaron menos de un punto, el 0,9%, por el auge de los vuelos baratos y del uso de Internet, que reduce los costes. En Barcelona, los turistas rusos se han duplicado en dos años.
El informe de Caixa Catalunya no detalla las cifras por ciudades, aunque el lobby empresarial Exceltur destaca que el número de turistas que visitan Barcelona crece más que el gasto. Además de las encuestas, la herramienta más utilizada para medir el gasto medio por turista es el desembolso y la retirada de efectivo con tarjetas de crédito por parte de los no residentes. En Barcelona, el uso de tarjetas Visa y Mastercard creció el 17,2% el año pasado, lo cual constituye un incremento notable, pero inferior al del número de turistas, que fue del 19,3%, hasta superar los seis millones de visitantes, según Exceltur.
La entidad destaca la buena marcha del turismo en Barcelona, gracias, en buena parte, a "la consolidación del aeropuerto de El Prat como centro neurálgico de compañías aéreas de bajo coste", las low cost (en inglés), indica el último informe de Exceltur.
El éxito de los vuelos baratos ha contribuido a contener el gasto medio por turista. Aunque las compañías aéreas de bajo coste sostienen que sus turistas gastan en su lugar de destino tanto como el resto, o más incluso, gracias a lo que se ahorran en el transporte, la Encuesta de Gasto Turístico 2004 -a la que se refiere también el informe de Caixa Catalunya- reveló que los turistas que entran en España en vuelos baratos gastan el 20,8% menos al día que los que viajan en compañías tradicionales.
La revolución tecnológica que ha vivido el sector también influye en la contención de los ingresos, ya que ahora son más los viajeros que configuran su propia ruta a través de Internet y huyen de los viajes organizados.
Datos facilitados ayer por Turismo de Barcelona señalan que los rusos son los turistas que acreditan un gasto medio más alto por operación con tarjetas de crédito -una media de 126 euros- por detrás de Irlanda (133 euros). Les siguen los 110 euros de los italianos y los noruegos. Los británicos aportaron un gasto medio en tarjeta de crédito de 105 euros, mientras que los ciudadanos procedentes de Estados Unidos alcanzaron los 98,5 euros de media.
Turismo ruso
Algunos hoteleros atribuyen el elevado gasto turístico de los rusos al hecho de que pasan más días en su destino de vacaciones porque, para muchos de ellos, se trata de su primer viaje a España.
Barcelona ha experimentado la irrupción de este nuevo turista: 43.615 rusos se alojaron el año pasado en los hoteles de la capital catalana, o sea, un aumento del 65% respecto a 2005. Este dato supone un incremento del 123% sobre 2004, cuando se llegó a 19.530 turistas.
Sumando todos los provenientes de la Comunidad de Estados Independientes (CEI), la cifra de turistas en Cataluña es de 348.000, que gastan entre 1.500 y 2.000 euros por persona y se quedan unas 14 noches.
Ramon Bagó, hotelero: "Se ha apostado por la cantidad y no la calidad"
"Hemos llevado una política de potenciar la cantidad de turistas en lugar de la calidad y por eso los ingresos no suben al mismo ritmo que el número de viajeros", opina Ramon Bagó, dueño del grupo turítico Serhs y presidente del Salón de Turismo de Barcelona. Bagó cuestiona las "subvenciones" que las administraciones conceden a las aerolíneas de bajo coste y sostiene que "se les debería pedir algo a cambio". "No puede ser que se potencie el modelo del turista que viene del Reino Unido a comprar tabaco y se va".
El énfasis en el volumen de turistas, agrega, "debe ponerlo países aún en desarrollo como Marruecos y Turquía". "Pero nosotros debemos vender calidad", remacha Bagó.
Gaietà Farràs, restaurador: "Ahora vienen más turistas y de todo tipo"
Gaietà Farràs, presidente del Gremio de Restauración de Barcelona, cree que no se debe demonizar al turista de vuelos baratos ni al turista de pocos recursos. "Lo que pasa es que antes venían menos turistas, y ahora vienen más, y de todo tipo, también con pocos recursos, que sin las compañías de bajo coste no hubiesen venido", señala Farràs. En su opinión, el turista de alto poder adquisitivo continúa visitando Cataluña y Barcelona, pero el peso del visitante con menos dinero ha crecido tanto que la percepción puede resultar negativa. "Pero en realidad es positivo, bienvenido sean todos; en Barcelona tenemos un abanico de oferta diversa para cada tipo de visitante".
César Algora, Guía: "Pasean por la ciudad, pero no consumen"
La actividad de los guías turísticos es otro termómetro para medir la calidad del turismo. "Ha bajado mucho la calidad; desde hace unos tres o cuatro años se piden menos servicios de guías turísticos, menos coches con conductor y no te preguntan tanto por buenos restaurantes", opina César Algora, vocal de la Asociación Profesional de Informadores Turísticos (APIT).
Los turistas acomododados siguen visitando Barcelona, pero en ocasiones quedan eclipsados por el resto. Algora cree que las compañías de vuelos baratos han traído a Cataluña "turistas que antes no se hubiesen podido permitir el viaje, son los que compran zumos y pasean por la ciudad, pero no consumen".