Pescanova suspende sus proyectos en Lugo por discrepancias urbanísticas con la Xunta

El bipartito subraya que se debe cumplir la normativa y la empresa lamenta la falta de suelo

Pescanova ha dado marcha atrás a la construcción de tres piscifactorías en Lugo por discrepancias con la Xunta. La compañía atribuye la repentina suspensión de los proyectos, subvencionados con 60 millones de euros de dinero público, a la tardanza del plan que ultima el bipartito para ordenar el sector de la acuicultura en Galicia. Fuentes cercanas a la negociación sostienen, sin embargo, que el origen del desencuentro se debe a que la empresa se negaba a aceptar la edificabilidad y condiciones técnicas de las plantas que fija la normativa vigente, aprobada por el PP antes de dejar el Ejecutiv...

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Pescanova ha dado marcha atrás a la construcción de tres piscifactorías en Lugo por discrepancias con la Xunta. La compañía atribuye la repentina suspensión de los proyectos, subvencionados con 60 millones de euros de dinero público, a la tardanza del plan que ultima el bipartito para ordenar el sector de la acuicultura en Galicia. Fuentes cercanas a la negociación sostienen, sin embargo, que el origen del desencuentro se debe a que la empresa se negaba a aceptar la edificabilidad y condiciones técnicas de las plantas que fija la normativa vigente, aprobada por el PP antes de dejar el Ejecutivo.

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El presidente de Pescanova, Manuel Fernández de Sousa, se reunió el lunes pasado con miembros del Gobierno gallego para diseñar las plantas de rodaballo que pretendía construir en Ribadeo y Xove. Ningún representante del bipartito imaginó que aquel encuentro, uno más de los muchos celebrados en los últimos meses para darle forma a los proyectos, era el último. Tres días después, la compañía pesquera envió un comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores en el que anuncia que no ejecutará estas inversiones "a corto plazo" por la "falta de un plan sectorial adecuado para habilitar espacios y desarrollar proyectos viables".

La aprobación de ese plan de acuicultura al que se refiere Pescanova está prevista para marzo. El conselleiro de Medio Ambiente, Manuel Vázquez, se mostró ayer sorprendido por el hecho de que la empresa de Fernández de Sousa se queje de la tardanza de este documento, que sustituirá a la normativa vigente aprobada por el PP. "El último plan de acuicultura tardó cuatro años con el Gobierno del PP y nosotros, desde que se suspendió, hicimos el nuevo en meses", afirmó. "Acortamos los plazos mucho más que el Gobierno anterior".

El presidente de Pescanova afirmó ayer en la presentación del Campeonato del Mundo de Salto de Obstáculos que necesita el plan de acuicultura para "viabilizar" los proyectos en Lugo y "disponer de un suelo con las calificaciones necesarias". Asegura que el documento no sale adelante por "discrepancias" entre las consellerías de Pesca, Política Territorial y Medio Ambiente, todas gobernadas por el PSOE. Los responsables de estos tres departamentos han negado esos desencuentros. El conselleiro de Medio Ambiente recordó que sus ténicos no pusieron ningún reparo ecológico a las plantas de Xove y Ribadeo.

Los cambios en el plan

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El plan de acuicultura aprobado por el Gobierno del PP cuando estaba en funciones incluía nueve instalaciones en terrenos protegidos dentro de la Red Natura. Cuando el bipartito tomó posesión decidió paralizar las plantas que invadían zonas de valor ecológico para buscarles otros emplazamientos y mantuvo vigente el resto del documento. Entre las plantas vetadas se encontraba la que Pescanova tenía previsto construir en cabo Touríñán, en el municipio coruñés de Muxía.

La conselleira de Pesca, Carmen Gallego, eludió ayer referirse a la decisión de Pescanova de suspender sus inversiones en Lugo y se limitó a señalar que cuando le presentó el borrador del nuevo plan al sector acuícola "no hubo ninguna empresa que mostrara su desacuerdo" sino que sólo expresaron "satisfacción". "Las empresas lo que saben y están de acuerdo es que para hacer plantas de acuicultura en Galicia hay que adaptarse a un marco normativo y cumplir con la legislación que se haga", afirmó, "con la que está vigente con el plan que aprobó el PP en un Consello [de la Xunta] en tiempo de descuento, el 28 de julio de 2005, y con las especificaciones que se hagan en el nuevo plan".

El conselleiro de Economía, José Ramón Fernández Antonio, afirma que Pescanova presentó unos proyectos para las tres piscifactorías de Lugo que incumplían los criterios establecidos por la normativa vigente para "las condiciones técnicas de las edificaciones", la altura de los taludes y los desmontes. Pese a los desencuentros y el anuncio de la empresa de que suspende la construcción de las plantas, la conselleira de Política Territorial, María José Caride, asegura que las negociaciones entre la Xunta y la compañía para impulsar estas piscifactorías "no se han roto".

Según los datos aportados por Pesca, las tres granjas de rodaballo a las que Pescanova ha dado marcha atrás suponían una inversión total de 121 millones de euros, aunque 60 de ellos eran subvenciones de la Xunta. En Ribadeo la planta se ubicaría en Penedo do Corvo, con una superficie de 270.706 metros cuadrados y una producción anual estimada de 2.000 toneladas. En Xove se iban a ampliar las instalaciones de Praia de Lago en 35.967 metros cuadrados, con el objetivo de sacar al mercado 4.500 toneladas más de pescado. Este último municipio iba a acoger una nueva piscifactoría de 76.000 metros cuadrados en Morás, que produciría 1.200 toneladas con un desembolso de 62 millones.

Pescanova señala que de los nuevos proyectos que anunció estos días sólo mantiene el de Portugal, una planta de rodaballo en el distrito de Coímbra que está ubicada en terrenos protegidos.

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