Montilla se propone relanzar el acuerdo estratégico para hacer más competitiva la economía catalana

Las patronales empresariales ven necesario impulsar el pacto con más medidas concretas

El acuerdo estratégico de competitividad, principal instrumento con que el anterior Gobierno catalán puso las bases de un cambio de modelo productivo que hiciera más competitiva la economía catalana en un marco consensuado entre empresarios y sindicatos, debe ir más allá. El presidente de la Generalitat, José Montilla, se ha propuesto relanzar el pacto, que en su momento tuvo mucha fuerza simbólica y que ha suscitado versiones contradictorias sobre su concreción y ejecución. Montilla convocará en febrero un plenario de los representantes del pacto para darle un nuevo impulso.

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El acuerdo estratégico de competitividad, principal instrumento con que el anterior Gobierno catalán puso las bases de un cambio de modelo productivo que hiciera más competitiva la economía catalana en un marco consensuado entre empresarios y sindicatos, debe ir más allá. El presidente de la Generalitat, José Montilla, se ha propuesto relanzar el pacto, que en su momento tuvo mucha fuerza simbólica y que ha suscitado versiones contradictorias sobre su concreción y ejecución. Montilla convocará en febrero un plenario de los representantes del pacto para darle un nuevo impulso.

El relanzamiento del pacto es una de las cuestiones que Montilla ha empezado ya a abordar con los agentes sociales, satisfechos con la iniciativa. Días atrás, el presidente catalán mantuvo un encuentro con los secretarios generales de UGT y CC OO, Josep Maria Àlvarez y Joan Coscubiela, respectivamente. Ayer fue el turno de las patronales Fomento del Trabajo (Juan Rosell), Cecot (Antoni Abad) y Pimec (Josep González). Y hoy continuará su ronda con el presidente de Fepime, Eusebi Cima.

"Que, más allá de sus consejeros, el presidente se implique personalmente en el acuerdo y en su supervisión me parece muy positivo", apuntó ayer Cima, quien coincide en la necesidad de un nuevo impulso del pacto, y que pasa por estudiar en qué falla la competitividad de Cataluña en comparación con países como Francia o Alemania. "¿Es la inferior productividad? ¿Son los mayores costes?", se preguntó.

La formación es uno de los temas que inquietan a los empresarios. "La valoración global es positiva, pero hace falta concretar más cuestiones clave como, por ejemplo, el funcionamiento de la formación. No le sacamos provecho a los fondos que llegan para formación, y hay que repensar cómo se reparten", señaló Juan Rosell.

El líder de la UGT, Josep Maria Àlvarez, que ya se reunió con Montilla, recalcó dos aspectos: "Mejorar la formación profesional e impulsar de una vez por todas la relación universidad-empresa; hay que ligar más la universidad con el tejido productivo". UGT ve con buenos ojos, para tal cometido, el nuevo Departamento de Innovación, Universidades y Empresa.

Coscubiela no considera necesario otro acuerdo, sino "desarrollar el que hay, con una implicación mayor y cohesionada del Gobierno y las patronales". Los cuatro aspectos que juzga estratégicos son: reformar la Formación Profesional, un pacto sobre la inmigración desde el punto de vista económ ico, mejorar las políticas industriales y una política de sostenibilidad medioambiental. "Debemos modificar lo que no ha funcionado y ver qué puede concretarse más", se resume desde Presidencia. Un primer documento interno sobre el cumplimiento del acuerdo y sus 86 medidas asegura que, por lo menos, se han iniciado ya todas ellas. Sobre la ejecución presupuestaria (se contempla una inversión total de 3.000 millones de euros en el periodo 2005-2007), el grado de ejecución se valora en un 59,7% con fecha de 30 de junio pasado, que se traduce en 920,5 millones de euros de los 1.539,4 millones previstos para 2006.

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Teniendo en cuenta que el plan es muy amplio y transversal a distintos departamentos, los éxitos que se atribuye el Gobierno catalán son variopintos, y entre ellos figura desde la captación de capital extranjero hasta el incremento de partidas presupuestarias de I+D+i.

Entre los asuntos pendientes, el Gobierno catalán cree, en línea con los sindicatos, que debe priorizarse la transferencia de tecnología entre universidad y empresa, la lucha contra el fracaso escolar o la conciliación de la vida laboral y personal. También se plantea la necesidad de nuevas actuaciones que aborden la integración de los inmigrantes en el mercado laboral, y nuevas medidas sobre formación profesional.

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