Reportaje:

Gazpacho del Cantábrico

Un estudio muestra que el norte de España lleva una alimentación más saludable

La mejor dieta mediterránea se sigue en el Cantábrico. O, por lo menos, es en las regiones del norte donde se nota más su efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares, según el estudio sobre Dieta y Riesgos de Enfermedades Cardiovasculares en España (DRECE), que se presentó ayer en Madrid. En cambio, es en Andalucía, Valencia, Murcia y Canarias donde los resultados son peores.

El trabajo, realizado por el Instituto de Estudios Biomédicos (un grupo de profesionales sanitarios y bioestadísticos) comenzó hace 15 años con 4.787 personas de toda España. La muestra atend...

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La mejor dieta mediterránea se sigue en el Cantábrico. O, por lo menos, es en las regiones del norte donde se nota más su efecto protector frente a las enfermedades cardiovasculares, según el estudio sobre Dieta y Riesgos de Enfermedades Cardiovasculares en España (DRECE), que se presentó ayer en Madrid. En cambio, es en Andalucía, Valencia, Murcia y Canarias donde los resultados son peores.

El trabajo, realizado por el Instituto de Estudios Biomédicos (un grupo de profesionales sanitarios y bioestadísticos) comenzó hace 15 años con 4.787 personas de toda España. La muestra atendió que hubiera representatividad por sexos y entornos (rural y urbano), aunque no se han dado los resultados desglosados. Cuando empezó el ensayo los voluntarios tenían entre 5 y 59 años.

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El punto de partida del trabajo fue la constatación de que, a igualdad de factores de riesgo cardiovascular, en España moría menos gente que en otros países de Europa por problemas relacionados con el corazón o la circulación. La diferencia llegaba a ser de un fallecido español por cada diez finlandeses, explicó ayer el especialista en Medicina Interna José Antonio Gutiérrez Fuentes, quien ha dirigido el trabajo.

Además, los investigadores partían de otro dato: mientras que la población española tenía unos niveles del llamado colesterol malo iguales que los de los habitantes de países vecinos, los españoles tenían mucho más colesterol bueno. La conclusión fue que el factor protector estaba en la dieta. Y a verificar esta hipótesis se han dedicado desde 1991.

Pero el estudio no se hizo sobre datos teóricos. Lo que se reunió fue una serie de datos (historia clínica, exploración física y antropométrica, analítica y una detallada encuesta nutricional). La información de los voluntarios se está acabando de procesar, pero ya se pueden deducir algunos datos.

El primero es el que mide la concentración de colesterol malo y bueno en la población. Este factor es una de las claves para predecir la posibilidad de tener una enfermedad cardiovascular. El trabajo compara estos niveles con el tipo de grasa que se consume. Para adaptarse a otros estudios del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación los datos se agruparon en ocho regiones. El resultado es que la concentración media es más alta en Andalucía, Comunidad Valenciana, Murcia y Canarias. En el extremo opuesto están Castilla y León, la región Norte (País Vasco, Navarra, Rioja y Cantabria) y el Centro (Madrid, Castilla-La Mancha y Extremadura).

Los resultados son coherentes con los obtenidos cuando se mide el colesterol bueno (el que tiene un efecto protector). Donde la población tiene concentraciones medias más altas es en Castilla y León, Norte y Centro. Donde los niveles de esta molécula beneficiosa son más bajos es en Canarias, Andalucía y Noreste (Cataluña, Aragón y Baleares).

La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, afirmó que los datos coincidían con los que tiene su departamento. En España se consume un 30% más de frutas, un 40% más de verduras, cinco veces más aceite de oliva y el doble de pescado que la media europea, dijo Espinosa. "El patrón de consumo no está ajustado a la dieta mediterránea, pero sí está más cerca que en los ochenta", añadió la ministra, quien señaló que en los últimos años ha aumentado el consumo de proteínas, se ha incrementado algo la ingesta de grasas y ha bajado el de hidratos de carbono complejos.

Los datos del Panel de Alimentación del Ministerio de Agricultura muestran que en los primeros seis meses del año se consumió algo menos de carne, huevos, leche, pan, aceite y patatas por hogar que en el mismo periodo de 2005. En cambio, aumentó la ingesta de pescado, hortalizas y frutas frescas.

También subió el consumo de vino con denominación de origen, espumosos, sidra, cerveza y otras bebidas alcohólicas, y bajó el de vino de mesa.

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