Sobre lo que dicen los obispos
Le remito, para su publicación, las siguientes puntualizaciones sobre el artículo titulado Los obispos dicen no, publicado en la sección de Sociedad del diario EL PAÍS del día 16 de septiembre:
1. Se le atribuyen al portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) declaraciones, entrecomilladas en el artículo, que no son suyas.
2. En la noticia se dice también que el portavoz episcopal sostiene que "todos somos embriones". Intuyo que el periodista se refiere al lema de la campaña de comunicación, puesta en marcha por la CEE, para difundir a la opinión públ...
Le remito, para su publicación, las siguientes puntualizaciones sobre el artículo titulado Los obispos dicen no, publicado en la sección de Sociedad del diario EL PAÍS del día 16 de septiembre:
1. Se le atribuyen al portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE) declaraciones, entrecomilladas en el artículo, que no son suyas.
2. En la noticia se dice también que el portavoz episcopal sostiene que "todos somos embriones". Intuyo que el periodista se refiere al lema de la campaña de comunicación, puesta en marcha por la CEE, para difundir a la opinión pública la doctrina católica sobre la vida humana. El lema de esa campaña era "Todos fuimos embriones", que es lo que ha sido repetido en numerosas ocasiones tanto por el portavoz como por otros miembros de la Conferencia Episcopal. No es necesario explicar que, en el eslogan, el tiempo verbal tiene una importancia decisiva.
3. La afirmación más grave, sobre la que se fundamenta todo el artículo, es la que se realiza en el primer párrafo, donde se dice que el portavoz ve como "atentados contra la vida humana" y otros gruesos calificativos "cualquier avance de la ciencia y la técnica que utilice óvulos, semen, gametos, células madre, embriones...". Esto, simplemente, es falso. Para la Iglesia católica, los avances de la ciencia son siempre bienvenidos cuando se ponen realmente al servicio de la vida humana, como por ejemplo el caso de los nuevos tratamientos, que ya se están aplicando en España, gracias a la investigación con células madre procedentes de tejidos adultos, en las que, como sucede en las auténticas terapias, se cura sin dañar ni eliminar la vida de nadie.