La explosión urbana

Los grandes suburbios ahogan las ciudades

Naciones Unidas alerta del crecimiento desmesurado de las barriadas, que alcanzarán los 1.000 millones de personas en 2007

En Buenos Aires se llaman villas miseria; en Río de Janeiro, favelas; en Manila, iskwaters; en Los Ángeles, hoods; en Jartum, shammasas. Los habitantes de las barriadas de las grandes ciudades crecen a tal ritmo que, según el informe de la ONU Un-habitat: el estado de las ciudades 2006/07, presentado ayer en Nueva York, la población chabolista alcanzará el año próximo los 1.000 millones de personas.

2007 será el primer año de la historia en que habrá más personas viviendo en áreas urbanas que en el campo. Pero las ciudades corren peligro de conv...

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En Buenos Aires se llaman villas miseria; en Río de Janeiro, favelas; en Manila, iskwaters; en Los Ángeles, hoods; en Jartum, shammasas. Los habitantes de las barriadas de las grandes ciudades crecen a tal ritmo que, según el informe de la ONU Un-habitat: el estado de las ciudades 2006/07, presentado ayer en Nueva York, la población chabolista alcanzará el año próximo los 1.000 millones de personas.

2007 será el primer año de la historia en que habrá más personas viviendo en áreas urbanas que en el campo. Pero las ciudades corren peligro de convertirse en urbes gigantes con un centro histórico rodeado de enormes bolsas de chabolas. En un planeta con 6.500 millones de habitantes, uno de cada tres urbanitas lo hace ya en infraviviendas, la mayoría sin acceso a agua potable y en condiciones de insalubridad.

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Los técnicos advierten que las perspectivas son muy preocupantes: hoy sólo hay una metaciudad (superior a los 20 millones de habitantes): Tokio. Según la ONU, habrá nueve en 2020. Y salvo Tokio y Nueva York, todas en países en vías de desarrollo: Mumbai y Delhi (India), México, São Paolo (Brasil), Daka (Bangladesh), Yakarta (Indonesia) y Lagos (Nigeria). El crecimiento se concentrará por tanto en los grandes suburbios, que amenazan con ahogar las ciudades.

Por primera vez, la ONU ha analizado la situación de las barriadas como "ciudades dentro de las ciudades", observándolas como entes individuales y ha comparado el impacto de las políticas de 100 países sobre los habitantes de esas áreas. Pero aunque hay países como Suráfrica y Túnez donde la acción de sus gobiernos ha frenado el crecimiento de sus barriadas, las conclusiones no son alentadoras. Es necesario invertir 67.000 millones de dólares -53.048,29 millones de euros- si se aspira a cumplir uno de los principales Objetivos del Milenio: conseguir que en 2020 almenos 100 millones de personas que residen en las villas miseria del mundo mejoren sus condiciones de vida.

"Este informe deja claro que la lucha global contra la pobreza depende en gran medida del estado de las ciudades. Mejorar la vida en las barriadas tendrá automáticamente un impacto positivo de cara a cumplir los objetivos del Milenio. La formación de barriadas no es inevitable ni aceptable. Echar a los pobres de la ciudad no es una opción: ayudarles a integrarse en el tejido urbano es la única solución sostenible al crecimiento de la pobreza en el mundo urbanizado", clama el informe.

Hasta ahora, la mayoría de la población mundial residía en áreas rurales. Pero en 2007 se revierte esa tendencia y con ella también la idea de que la mayoría de los pobres del planeta viven en el campo. Los tres factores que han disparado el crecimiento de las áreas de subdesarrollo urbano son los nacimientos en esas mismas áreas, la reclasificación de zonas rurales y en tercer lugar, lejos del primer puesto mantenido durante siglos, la emigración desde el campo. La ONU lanza la previsión de que 5.000 millones de personas de un total de 8.100 vivirán en ciudades del planeta en 2030 si se continúa con el actual ritmo de crecimiento. Ni en Asia ni en África, donde llegará a haber más gente en sus ciudades que en todo el continente, existe infraestructura ni planificación para hacer frente a ese crecimiento. Sobre España no hay datos específicos. Según el último censo, de 2001, el 50,6% de la población española se concentraba en ciudades de más de 50.000 habitantes.

El informe de la ONU reconoce la importancia de las ciudades como motores de la riqueza económica y el desarrollo social y las identifica como el principal generador del producto interior bruto de todo país. Pero el crecimiento acelerado de las grandes barriadas pobres ha cambiado la situación y supone ahora una amenaza: la ONU subraya que sólo a través de inversiones que mejoren las infraestructuras, el transporte y la salud de los nuevos habitantes de las ciudades se puede frenar el incremento desorbitado de la pobreza urbana.

La urbe modelo y el ejemplo a evitar

Treinta años después de que Vancouver (Canadá) acogiera la primera conferencia mundial sobre desarrollo urbano, esa ciudad, que el próximo 19 de junio será otra vez la sede del encuentro World Urban Forum, está considerada como el ejemplo a seguir. Vancouver fue votada en 2005 por el Economist Intelligence Unit como la ciudad más vivible del planeta sobre un ranking de 127 urbes.

La combinación de multiculturalismo y sostenibilidad ecológica, sus eficientes infraestructuras, su riqueza cultural, su fácil acceso a bienes y servicios y su bajo índice de criminalidad han sido las claves para que sus 550.000 habitantes puedan presumir de vivir en la mejor ciudad posible.

El 46% de sus ciudadanos son inmigrantes, la mayoría de origen asiático y menos de la mitad de la ciudad utiliza el inglés como primera lengua. Desde su Gobierno se ha impulsado promoción de la inclusión social y la mejora de las relaciones interculturales, lo que ha favorecido la integración y por lo tanto el desarrollo económico de los recien llegados.

La ciudad india de Mumbai, en cambio, es todo lo contrario. Cinco de sus 18,3 millones de habitantes viven en barriadas, más que la población total de Noruega. No obstante, sus ambiciones de convertirse en el Shangai de la India han llevado a sus gobernantes a intentar eliminar el chabolismo mediante demoliciones masivas, precisamente lo que la ONU recomienda no hacer.

¿Tenemos que aparcar nuestra obsesión por convertirnos en primera clase? "Hagamos nuestras ciudades habitables para todos. Eso ya es un gran objetivo para el futuro", clama el periodista indio Kalpana Sharma.

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