Tarjeta de crédito, correo electrónico, teléfono...

sHace tres años que las compañías europeas que vuelan a Estados Unidos entregan a las autoridades de ese país 34 datos con información del viajero hasta 15 minutos antes del despegue del avión. Si no lo hacen, las empresas se enfrentan a multas de 6.000 euros por pasajero y a la prohibición de aterrizar en suelo estadounidense. Muchos de esa treintena de datos, que figuran en el acuerdo que la Unión Europea suscribió con Washington en 2004, se refieren a cuestiones técnicas como el número de etiqueta de las maletas, la agencia de viaje en la que el pasajero compró el billete o información rela...

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sHace tres años que las compañías europeas que vuelan a Estados Unidos entregan a las autoridades de ese país 34 datos con información del viajero hasta 15 minutos antes del despegue del avión. Si no lo hacen, las empresas se enfrentan a multas de 6.000 euros por pasajero y a la prohibición de aterrizar en suelo estadounidense. Muchos de esa treintena de datos, que figuran en el acuerdo que la Unión Europea suscribió con Washington en 2004, se refieren a cuestiones técnicas como el número de etiqueta de las maletas, la agencia de viaje en la que el pasajero compró el billete o información relativa a viajes anteriores de esa persona. Otros, como la dirección, el teléfono, la dirección de correo electrónico o los datos de la tarjeta de crédito del viajero son más personales.

El listado vio la luz tras un prolongado tira y afloja entre Estados Unidos, que pretendía incluir el mayor número posible de datos y la Unión Europea, cuyos esfuerzos durante las negociaciones se centraron en rebajar las exigencias estadounidenses. De los cerca de 60 datos que empezó pidiendo Washington, en la lista acabaron figurando 34. Por el camino se quedó, por ejemplo, la inclusión del menú solicitado por el pasajero durante el vuelo, por considerar Bruselas que se trataba de "un tema delicado que podría encerrar discriminaciones por motivos religiosos", según fuentes comunitarias. Éste fue precisamente uno de los últimos datos que cayó en la negociación final.

Pasar a la siguiente fase

David Henderson, portavoz de la Asociación de Aerolíneas Europeas (AEA, en sus siglas en inglés), que agrupa a 30 grandes compañías, explica que la idea de las empresas es pasar de la fase que llaman sacar, y que consiste en que las autoridades estadounidenses acceden directamente a las bases de datos de las aerolíneas para extraer la información que les interesa, a la fase de enviar, en la que las aerolíneas preparan un paquete con datos que transfieren a Estados Unidos. "La mayoría de las compañías están todavía en la primera fase", dice Henderson.

La AEA, como la propia Comisión Europea y la Administración estadounidense espera ahora que la Unión Europea encuentre el camino legal adecuado para resucitar el acuerdo de transferencia de los datos que Estados Unidos asegura necesitar para combatir el terrorismo. "Confiamos que en el interés de 320 millones de pasajeros que viajan cada año entre la Unión Europea y Estados Unidos, y de sus aerolíneas, la Unión encuentre una solución que satisfaga el dictado de la Corte", indicó ayer el secretario general de la Asociación de Aerolíneas Europeas, Ulrich Schulte-Strathaus, en un comunicado.

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