ERC critica el Estatuto, pero ofrece acordar leyes sociales

Pocas semanas después de la expulsión de ERC del Gobierno catalán, el debate entre Joan Puigcercós y José Luis Rodríguez Zapatero se centró en la posibilidad de que también el ciclo de acuerdos con el PSOE llegue a su fin.

Ante esa perspectiva, el portavoz de los independentistas aprovechó para justificar su apoyo al Gobierno en estos dos años y poner sobre la mesa lo que se lleva en la mochila: la Ley de Estabilidad Presupuestaria, la Ley Integral contra la violencia de género, matrimonios homosexuales, papeles de Salamanca, pensiones para los niños de la guerra, derogación del ...

Pocas semanas después de la expulsión de ERC del Gobierno catalán, el debate entre Joan Puigcercós y José Luis Rodríguez Zapatero se centró en la posibilidad de que también el ciclo de acuerdos con el PSOE llegue a su fin.

Ante esa perspectiva, el portavoz de los independentistas aprovechó para justificar su apoyo al Gobierno en estos dos años y poner sobre la mesa lo que se lleva en la mochila: la Ley de Estabilidad Presupuestaria, la Ley Integral contra la violencia de género, matrimonios homosexuales, papeles de Salamanca, pensiones para los niños de la guerra, derogación del Plan Hidrológico, fondos para la inmigración, dependencia, ley de reproducción asistida y, sobre todo, la Ley Orgánica de Educación.

El propio Puigcercós, que ha tenido una gran participación en estas reformas, sobre todo en la educativa, dejaba caer en su discurso el desánimo que le produce el hecho de que el pacto con CiU para rebajar el nuevo Estatuto de Cataluña haya truncado esa línea de acuerdo con el PSOE.

El portavoz independentista, sin embargo, después de muchas críticas a Zapatero, optó por olvidar ese enfrentamiento y mirar hacia delante para lograr otros pactos: "La vida continúa, quedan muchas propuestas de política social por aprobar. Mejora de las pensiones; mejorar la reforma fiscal; política medioambiental. Creemos que vale la pena avanzar por la izquierda".

Zapatero recogió rápidamente ese guante y se olvidó de los reproches: "Quiero agradecer el apoyo ejemplar de ERC en estos dos años. Y espero que pueda seguir siendo ejemplar". Incluso piropeó a Puigcercós, que antes le había atacado por los recortes del Estatuto. "Usted es un hombre de izquierdas, solidario", dijo el presidente del Gobierno.

Precisamente de eso había presumido el diputado catalán: "Nuestra presencia ha significado que en este Estado se haya aplicado unas políticas de izquierdas que muchos de sus votantes anhelaban y le reclamaron el 14 de marzo de 2004".

Sin embargo, y a pesar de las formas exquisitas entre dos personas que mantienen una excelente y muy frecuente relación, en el aire estaba el posible cambio de socios, alentados por una frase confusa de Zapatero en la que, durante el debate con Rajoy, había dejado caer su augurio de que CiU gobernará en Cataluña. "Un lapsus freudiano", le reprochó Puigcercós.

Gran parte del discurso de ERC tuvo elementos de un grupo de oposición. Puigcercós recordó la frase de Zapatero en Barcelona en 2003: "Apoyaré el Estatuto que apruebe el Parlamento de Cataluña", y le espetó: "Usted no soportó la presión, ejercida por el PP, por destacados miembros del poder judicial, de estamento militar y sectores del PSOE. Usted y Artur Mas firmaron el acta de defunción del Estatuto de Cataluña y del primer Gobierno catalanista y de izquierdas desde 1936". Puigcercós incluso glosó a Alfonso Guerra: "Él lo explicó muy bien. Nos hemos cepillado el Estatuto, dijo".

Zapatero no se arredró y con su proverbial optimismo auguró: "ERC da hoy un no al referéndum del Estatuto, pero dará un sí a su desarrollo".