Frescura

Era inevitable acordarse de la Athalia de la temporada pasada, pero también era injusto, pues la Haïm no es McCreesh, la soprano que sustituía a la anunciada Sandrine Piau no había tenido tiempo de ensayar y Acis, Galatea e Polifemo es obra peliaguda para los cantantes. Y si nos olvidamos de aquel insuperable punto de comparación habrá que convenir que la nueva incursión handeliana de la Orquesta Nacional de España ha sido perfectamente de recibo, empezando por la prestación de la propia orquesta, capaz de pasar del rimbombante Richard Strauss de la semana pasada a esta serenata plena d...

Era inevitable acordarse de la Athalia de la temporada pasada, pero también era injusto, pues la Haïm no es McCreesh, la soprano que sustituía a la anunciada Sandrine Piau no había tenido tiempo de ensayar y Acis, Galatea e Polifemo es obra peliaguda para los cantantes. Y si nos olvidamos de aquel insuperable punto de comparación habrá que convenir que la nueva incursión handeliana de la Orquesta Nacional de España ha sido perfectamente de recibo, empezando por la prestación de la propia orquesta, capaz de pasar del rimbombante Richard Strauss de la semana pasada a esta serenata plena de sutilezas. Lascarro resolvió su embolado con absoluta profesionalidad, Pruna fue una contralto de color un tanto pálido pero muy expresiva y Purves salvó dignamente los inconvenientes de una escritura inmisericorde. Emmanuel Haïm se mostró eficaz y directa en la dirección del conjunto y ofreció una versión bien fresca de una partitura maravillosa. Seguro que hoy domingo sale todavía mejor.