La guerrilla de las FARC no consigue paralizar las legislativas en Colombia

La jornada electoral colombiana, en la que se renovaba el Parlamento, transcurrió sin incidentes relevantes, en medio de fuertes medidas de seguridad. Se registraron sucesos menores en diferentes puntos del país, como ataques a comisarías y traslados de mesas de votación por amenazas de la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas). La guerrilla marxista no consiguió paralizar estos comicios, que son decisivos para las próximas elecciones presidenciales de mayo, en las que el presidente Álvaro Uribe aspira a su reelección.

Hubo algunos ataques en los departament...

La jornada electoral colombiana, en la que se renovaba el Parlamento, transcurrió sin incidentes relevantes, en medio de fuertes medidas de seguridad. Se registraron sucesos menores en diferentes puntos del país, como ataques a comisarías y traslados de mesas de votación por amenazas de la guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias Colombianas). La guerrilla marxista no consiguió paralizar estos comicios, que son decisivos para las próximas elecciones presidenciales de mayo, en las que el presidente Álvaro Uribe aspira a su reelección.

Hubo algunos ataques en los departamentos de Caquetá, Arauca, Nariño y Antioquia, y un coche bomba explotó en la ciudad de Quiobo, sin causar víctimas. En las pasadas elecciones legislativas, hubo 350.000 votos nulos y ayer se temía que esa cifra se duplicara. Los cambios en el proceso de votación son el resultado, entre otras, de la reforma política que obliga a los partidos a presentar listas únicas, pero deja la opción de votar por un candidato en especial, con el voto preferente.

En San Vicente del Caguán, al sur del país, y uno de los municipios donde la guerrilla, mediante una campaña de terror, había prohibido salir sábado y domingo, hubo una romería de votantes durante toda la mañana la mañana. "Todo el mundo está sorprendido", dijo una habitante de esa población. En estas zonas amenazadas, por seguridad, no se usó la tinta indeleble para marcar el dedo índice derecho a los electores.

A las ocho de la mañana se abrieron las 76.000 mesas instaladas en todo el país. Un poco más de 26 millones de personas estaban habilitadas para votar. Se esperaba una baja en la abstención, que en las legislativas del 2002 llegó al 58%. A las cuatro de la tarde se cerraron las urnas, pero los primeros resultados no se sabrán hasta hoy. Por primera vez se aplica el umbral, un mínimo de votos necesario para que una lista pueda ser tenida en cuenta en la repartición de escaños.

En el caso del Senado se quemarán los partidos que no logren el 2% de los votos válidos; un solo voto puede marcar el futuro de un partido. Más que preocuparse por lograr plataformas coherentes, durante la campaña electoral los partidos se dedicaron a ganar para sus listas personas que les ayudaran a pasar este umbral. Pasado el medio día empezó el nerviosismo en las sedes de los partidos, en espera de los resultados de unas elecciones marcadas por un valor estratégico con miras a las presidenciales de mayo, en las que participa el presidente candidato Álvaro Uribe, al que algunas encuestas dan hasta un 70% de popularidad.

Llamamiento de Uribe

Los uribistas, divididos en siete partidos -no se unieron a pesar de que esto les puede acarrear la pérdida de cuatro o cinco escaños- pregonaron hasta último minuto que si no lograban la mayoría, estaba en peligro la democracia colombiana. Su argumento es que, si se hunden en el Congreso las reformas que impulsa Uribe, se abonaría el terreno para que, en cuatro años, Colombia cayera dentro de un tsunami chavista, como se llama a la fuerza que están tomando en el continente las ideas populistas del dirigente venezolano.

El presidente Uribe invitó a los colombainos a votar masivamente en estas elecciones parlamentarias y declaró que "el ejercicio de los derechos democráticos es el mejor camino para derrotar el terrorismo".

La mayor fuerza opositora, el Partido Liberal, aspiraba a lograr 30 de los 102 senadores. Su discurso alertó, durante toda la campaña, sobre el peligro de la uribización en el país. En las pasadas elecciones legislativas tuvieron 48 escaños, pero la mayoría se deslizó hacia el partido del presidente. ¿Cuantos aliados de los paramilitares llegarán al Congreso? Desde muchos frentes -entre otros la prensa- se alertó sobre los candidatos peligrosos, es decir los cuestionados por su cercanía con estos grupos armados. Ellos mismos dijeron que en el actual Congreso tenían el 35% ; uno de sus comandantes, hace poco, aseguró que mejorarían la cuota en estas elecciones.

Para controlar la nornalidad electoral, delegados de 15 países supervisaron los comicios.Y un comité de la Organización de Estados Americanos (OEA) ha supervisado los preparativos y sistemas electorales, a petición de la Organización Electoral. La misión de la OEA también supervisará las elecciones presidenciales del 28 de mayo.